Un equipo de investigadores del MIT han creado un guante sensor que puede detectar pequeños cambios de presión a lo largo de su superficie cuando un usuario agarra algo. El guante está roscado con pequeños sensores de presión, que están tachonados con micropilares que crean cambios en una señal eléctrica cuando se doblan y deforman.
Esto proporciona una medida increíblemente sensible de la presión táctil y el guante incluso detecta el pulso del usuario. Los investigadores esperan que la tecnología pueda ayudar en el reentrenamiento de la función motora en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular y también resulte útil en dispositivos portátiles que puedan medir los signos vitales de manera más precisa y conveniente que los dispositivos existentes, como los relojes inteligentes.
La tecnología funciona gracias a pequeños sensores de presión que se incorporan en el guante de tela. Estos sensores están incrustados con miles de "micropilares", que son filamentos de oro microscópicos que se deforman en respuesta a la presión y proporcionan un cambio correspondiente en una señal eléctrica que el dispositivo puede medir. Los sensores individuales son muy sensibles y, cuando se aplican sobre la yema del dedo del usuario, no solo proporcionan una medida de la presión aplicada a los objetos externos a través del agarre, sino también una medida del pulso.
"La simplicidad y fiabilidad de nuestra estructura de detección es muy prometedora para una diversidad de aplicaciones de atención médica, como la detección del pulso y la recuperación de la capacidad sensorial en pacientes con disfunción táctil"
"La simplicidad y fiabilidad de nuestra estructura de detección es muy prometedora para una diversidad de aplicaciones de atención médica, como la detección del pulso y la recuperación de la capacidad sensorial en pacientes con disfunción táctil", ha explicado Nicholas Fang, investigador involucrado en el estudio, en un comunicado de prensa.
La aplicación principal del guante sensor de presión es como ayuda durante la rehabilitación de un golpe, lo que permite al usuario ajustar con precisión la fuerza y el agarre de la mano y seguir el progreso. Hasta ahora, los investigadores han caracterizado las lecturas del guante mientras los usuarios realizan una variedad de tareas diarias que requieren diferentes grados de destreza y agarre en diferentes puntos de la mano, desde agarrar un vaso hasta sostener un globo.
"Algunas habilidades motoras finas requieren no solo saber cómo manejar objetos, sino también cuánta fuerza se debe ejercer", ha explicado Fang. "Este guante podría proporcionarnos mediciones más precisas de la fuerza de agarre para los grupos de control en comparación con los pacientes que se recuperan de un accidente cerebrovascular u otras afecciones neurológicas. Esto podría aumentar nuestra comprensión y permitir el control", ha aventurado.
Sin embargo, el equipo también está interesado en incorporar los sensores en otros dispositivos portátiles, como parches flexibles, que pueden medir parámetros fisiológicos como el pulso y la presión arterial con mayor precisión que los dispositivos portátiles existentes centrados en la salud. "El pulso es una vibración mecánica que también puede causar deformación de la piel, que no podemos sentir, pero los pilares pueden levantarse", ha expresado Fang.