Un equipo de ingenieros y científicos ha desarrollado un método para multiplicar organoides, es decir, colecciones de células en miniatura que imitan el comportamiento de varios órganos y son herramientas prometedoras para el estudio de la biología y las enfermedades humanas.
Los investigadores, de la Universidad de Cambridge, utilizaron su método para cultivar y hacer crecer una 'mini-vía aérea', la primera vez que se ha desarrollado un organoide en forma de tubo sin la necesidad de ningún soporte externo.
"Las células deben estar bien organizadas antes de que podamos liberarlas para que las estructuras no colapsen"
Usando un molde hecho de un polímero especializado, los investigadores pudieron guiar el tamaño y la forma de la mini-vía aérea, cultivada a partir de células madre de ratones adultos, y luego sacarla del molde cuando alcanzó el punto donde podía sostenerse.
Mientras que los organoides que se utilizan actualmente en la investigación médica se encuentran a escala microscópica, el método desarrollado por el equipo de Cambridge podría hacer posible el cultivo de versiones de órganos de tamaño natural. Sus resultados se publican en la revista Advanced Science.
Los organoides son conjuntos de células diminutas y tridimensionales que imitan la disposición celular de los órganos completamente desarrollados. Pueden ser una forma útil de estudiar la biología humana y, posiblemente, cómo desarrollar tratamientos personalizados o regenerativos. Sin embargo, ensamblarlos en estructuras de órganos más grandes sigue siendo un desafío.
"Los mini órganos son muy pequeños y muy frágiles", ha explicado el doctor Yan Yan Shery Huang del Departamento de Ingeniería de Cambridge, quien codirigió la investigación. "Para ampliarlos, lo que aumentaría su utilidad en la investigación médica, necesitamos encontrar las condiciones adecuadas para ayudar a las células a autoorganizarse".
"La maduración gradual de las células es realmente importante", ha añadido, por su parte, el doctor Joo-Hyeon Lee del MRC Cambridge Stem Cell Institute, quien codirigió la investigación. "Las células deben estar bien organizadas antes de que podamos liberarlas para que las estructuras no colapsen", ha sentenciado.