Un grupo de investigadores de las universidades de Cambridge y Bath en el Reino Unido, con la colaboración del Instituto de Salud Ifakara en Tanzania, han desarrollado dos dispositivos llamados autohaem que ayudan a realizar el frotis de sangre, una técnica con la que se puede diagnosticar la malaria. Esta prueba se basa en la extensión de una gota de sangre sobre la superficie de un portaobjetos o de un cubreobjetos, con el objetivo de analizarla al microscopio, un proceso que requiere destreza y habilidad, pero que a través de estos nuevos dispositivos se podrá agilizar y permitir que los trabajadores de la salud en áreas de bajos recursos reproduzcan frotis de alta calidad de manera consistente.
“Si un frotis de sangre se prepara incorrectamente, cuando se examina bajo un microscopio, el técnico tendrá dificultades para hacer un diagnóstico correcto"
La malaria provoca más de 400.000 muertes al año, por ello las mejoras en los servicios de diagnóstico y tratamiento son tan importantes. Además en los lugares del mundo donde sufren más esta enfermedad disponen de pocos recursos para desarrollar estos proyectos.
Samuel McDermott, investigador involucrado en el desarrollo de la nueva tecnología. “Crear frotis de sangre es una tarea laboriosa y repetitiva que requiere un nivel experto de habilidad y destreza manual, al usar máquinas automáticas de frotis de sangre, como los dispositivos de autohemorragia, los técnicos podrán aumentar su rendimiento mientras mantienen una calidad lo suficientemente alta para el diagnóstico”.
El investigador aclaró que no todos los frotis de sangre son iguales, ya que muchos son de mala calidad, por ello “Si un frotis de sangre se prepara incorrectamente, cuando se examina bajo un microscopio, el técnico tendrá dificultades para hacer un diagnóstico correcto. Debido a que estos frotis a menudo se realizan en una clínica rural y se envían a un centro regional para su examen, cualquier problema en el frotis podría causar días de retraso”.
La diferencia entre los dos dispositivos desarrollados por este grupo de investigadores se basa en que, el autohaem se opera manualmente, mientras que el autohaem+ está automatizado y emplea un mecanismo de frotis motorizado.
El bajo coste y los componentes económicos fueron algunas de las limitaciones de los investigadores a la hora de crear los dispositivos, puesto que estaban destinados para su uso en regiones de bajos recursos.