Los investigadores están promoviendo un enfoque simple pero revolucionario para el diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer a través de una iniciativa que podría allanar el camino para mejores resultados para las personas que desarrollarán la enfermedad en el futuro.
La innovadora investigación, dirigida por psicólogos de la Universidad de Bath, utiliza un nuevo método para medir pasivamente la actividad cerebral. Involucra a los participantes mirando una serie de imágenes parpadeantes en una computadora durante dos minutos, mientras que sus ondas cerebrales se miden usando una gorra de EEG.
Una nueva investigación sobre esto muestra que la técnica es altamente efectiva para detectar cambios pequeños y sutiles en las ondas cerebrales que ocurren cuando una persona recuerda una imagen. Fundamentalmente, la técnica es completamente pasiva, lo que significa que la persona que realiza la prueba no necesita comprender la tarea o responder, y es posible que ni siquiera sea consciente de su respuesta de memoria.
El equipo detrás de la tecnología 'Fastball EEG' detalla que el enfoque es barato, portátil y se basa en tecnología preexistente que ya está disponible en los hospitales, lo que lo hace fácilmente escalable. Ahora están comenzando a usar Fastball EEG en un estudio de las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer en colaboración con el Instituto de Investigación para el Cuidado de Personas Mayores (RICE) y el Centro de Cerebro de Bristol en el Hospital Southmead.
En un futuro cercano, los investigadores esperan que Fastball EEG pueda ayudar a reducir la edad del diagnóstico hasta en cinco años
El alzhéimer es la causa subyacente de aproximadamente el 60% de la demencia, con una tasa de prevalencia estimada en Europa y América del Norte del 5-7% de la población.
La enfermedad de Alzheimer se diagnostica actualmente mediante una combinación de informes subjetivos y objetivos de deterioro cognitivo, que a menudo implican pruebas de memoria administradas en una clínica. Estas pruebas son propensas a varios sesgos, incluida la ansiedad de evaluación, pero también requieren habilidades de comunicación verbal y escrita que las hacen ineficaces para ciertas personas.
En un futuro cercano, los investigadores esperan que Fastball EEG pueda ayudar a reducir la edad del diagnóstico hasta en cinco años. A largo plazo, dicen que puede ofrecer oportunidades para expandir esto aún más. Comparan sus aspiraciones futuras para su aplicación con las herramientas de detección actuales que se utilizan para evaluar la presión arterial alta en la mediana edad.
El investigador principal y neurocientífico cognitivo, el doctor George Stothart, del Departamento de Psicología de la Universidad de Bath, explica que ''Fastball ofrece una forma genuinamente novedosa de medir cómo funciona nuestro cerebro. La persona evaluada no necesita entender la prueba, ni siquiera responder, simplemente mira una pantalla de imágenes parpadeantes y por la forma en que manipulamos las imágenes que aparecen podemos aprender muchísimo sobre lo que es o no su cerebro''.
''Las pruebas que utilizamos actualmente para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer pasan por alto los primeros 20 años de la enfermedad, lo que significa que estamos perdiendo grandes oportunidades para ayudar a las personas. Durante décadas, hemos tenido herramientas en la investigación científica que han podido sondear cómo funciona el cerebro, pero nunca hemos dado el salto a una herramienta clínica viable para la evaluación objetiva de la cognición. Esperamos que Fastball sea ese salto'', añade.
''Estamos en una etapa realmente emocionante de su desarrollo. Estamos probando la herramienta en etapas más tempranas de la enfermedad de Alzheimer y ampliando el tipo de función cerebral que puede medir, para incluir el lenguaje y el procesamiento visual. Esto nos ayudará a comprender no solo el alzhéimer, sino también las muchas otras formas menos comunes de demencia'', explica.