Investigadores de la Universidad McMaster en Ontario, Canadá, crearon glóbulos rojos modificados para actuar como una nueva tecnología de vacuna contra la COVID-19. En los experimentos que los investigadores han realizado en ratones, las células pueden desencadenar una respuesta inmune con efectos secundarios mínimos. El equipo informa que la técnica es relativamente rápida y fácil de realizar, y podría ser útil para desarrollar vacunas contra una variedad de virus y futuras variantes de COVID-19.
Parece que los seres humanos trabajan con mayor eficacia bajo presión y los tiempos de crisis pueden ser un poderoso catalizador para la innovación y las nuevas tecnologías. Esto ha sido cierto durante la pandemia de COVID-19, donde el desarrollo de vacunas se aceleró y vimos surgir vacunas efectivas a la velocidad de la luz, incluidas varias que aprovechan las nuevas tecnologías. Este último también es un enfoque relativamente nuevo, y los investigadores que lo respaldan afirman que podría allanar el camino para vacunas efectivas que tengan un riesgo reducido de efectos secundarios.
“Los métodos actuales de administración de vacunas a menudo provocan reacciones drásticas en el sistema inmunitario y tienen respuestas de corta duración”, dijo Maikel Rheinstadter, uno de los desarrolladores de la nueva tecnología. “Algunas de las vacunas que se han desarrollado han mostrado efectos secundarios. Esta plataforma hace que nuestras propias células sanguíneas sean inteligentes de muchas maneras diferentes”.
Durante la pandemia del Covid-19 el desarrollo de vacunas se aceleró y surgieron vacunas efectivas a la velocidad de la luz.
El método se basa en glóbulos rojos que se han reutilizado para presentar la proteína de punta SARS-CoV-2 al sistema inmunitario. “Tomamos glóbulos rojos y eliminamos todo del interior”, dijo Isabella Passos-Gastaldo, otra investigadora involucrada en el estudio. "Luego adjuntamos proteínas de punta a su exterior para imitar un virus corona".
El equipo canadiense puede unir una gran dosis de la proteína a la superficie celular, pero informa que solo causan efectos secundarios mínimos cuando se prueban en ratones. También pueden crear las células modificadas de forma rápida y relativamente fácil, y pueden adaptarlas para otros virus o futuras variantes del SARS-CoV-2.
“Hemos desarrollado un método en el que podemos desencadenar una respuesta inmune sin el uso de material genético y, sin embargo, podemos sintetizar estas partículas en muy poco tiempo”, dijo Sebastian Himbert, otro investigador involucrado en el estudio.