El 21 de diciembre de 2020 el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) recomendaba que se otorgase la autorización condicional de emergencia a la vacuna contra la Covid-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech. Este suero creado mediante el uso de tecnología de ARNm daba el pistoletazo de salida a las campañas masivas de vacunación contra la Covid-19.
A partir de este momento el mundo comenzó a poner el foco en la tecnología basada en ARNm. Aunque para muchos parecía tratarse de algo novedoso, lo cierto es que se trata de una técnica que llevaba en estudio al menos tres décadas y que pudo dar el salto definitivo gracias al impulso global científico que ha supuesto la pandemia. Ahora las posibilidades que se han presentado para luchar contra otras enfermedades son muy importantes.
“Esta tecnología se ha trabajado durante los últimos 30 años, pero solo durante esta pandemia nos hemos dado cuenta de todo su potencial. Miles de millones de personas han recibido una vacuna de ARNm. Además de las vacunas contra la Covid-19 la tecnología se puede utilizar para fabricar vacunas contra muchas otras enfermedades y, muchas de ellas, se encuentran en fases bastante avanzadas”, explica en el espacio “Ciencia en 5” de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la doctora Soumya Swaminathan, científica jefe de la OMS.
“Tenemos vacunas para la gripe, para otros virus como el virus respiratorio sincitial o la fiebre de Lassa, por ejemplo, pero también se trabaja para tratar de desarrollar mejores vacunas contra la malaria, la tuberculosis, el VIH y otras enfermedades infecciosas”, expone.
En base a su experiencia explica que varias empresas han comenzado a utilizar la tecnología de ARNm para luchar contra algunos tipos de cáncer. “Se presentan oportunidades muy interesantes para el tratamiento de enfermedades humanas y también animales”. Un punto esperanzador si tenemos en cuenta que en los últimos años gran parte de las enfermedades que han afectado a los seres humanos son zoonosis.
“Tenemos vacunas para la gripe, para otros virus como el virus respiratorio sincitial o la fiebre de Lassa, por ejemplo, pero también se trabaja para tratar de desarrollar mejores vacunas contra la malaria, la tuberculosis, el VIH y otras enfermedades infecciosas”
Pero el desarrollo de tratamientos y vacunas con tecnología de ARNm tan solo es el primer paso de un largo camino. La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 nos ha dejado claro la gran cantidad de obstáculos que podemos encontrar desde el momento en el que una vacuna o tratamiento son autorizados hasta que los recibe el paciente. Especialmente en los países con medios y bajos ingresos.
Razón por la que Swaminathan advierte de que uno de los principales retos a los que se enfrenta la humanidad a la hora de implementar una vacuna de ARNm es el acceso a la misma. “Hemos visto que se han producido muchas desigualdades globales. Incluso hoy, más del 75% de los africanos no han sido vacunados completamente contra la Covid-19. Esto supone un desafío y estamos tratando de enfrentarlo mediante la expansión de los medios de fabricación en todo el mundo a través de nuestro Programa de Transferencia de Tecnología de ARNm”, señala. El principal objetivo de esta iniciativa es el de que lograr en los próximos años una capacidad mucho más diversificada tanto en materia de I+D como de fabricación.
El segundo de los retos que se presentan es la necesidad de acelerar las capacidades de los sistemas de salud para poder vacunar a poblaciones a gran escala en un corto espacio de tiempo. “Nunca antes se ha vacunado como lo estamos haciendo ahora. Cubrir a toda la población mundial requiere recursos humanos, financieros, conocimientos técnicos y cadenas de suministro. Todo esto requiere inversión, planificación y apoyo”, asevera.
La experta centra parte de la entrevista en el que considera como un importante desafío derivado del desarrollo de nuevas vacunas con tecnología de ARNm, y del que ya fuimos testigo en el caso de la Covid-19: la aceptación del suero por parte de la población.
“Se ha difundido mucha información errónea sobre el ARNm porque es una tecnología nueva”, afirma dejando caro que no produce ningún tipo de cambio en nuestro ADN.
“La OMS y las agencias reguladoras dan mucha importancia a la seguridad de las vacunas porque estas se inoculan en personas sanas para prevenir enfermedades y, por lo tanto, se ha contado con una gran cantidad de datos. Como saben, miles de millones de personas ya han recibido estas vacunas en todo el mundo y hemos analizado el perfil de riesgo-beneficio”, remacha la experta.
“Contamos con buenos sistemas de monitorización y seguridad y, a medida que pasa el tiempo, hemos podido recopilar más y más datos. En este momento estamos muy seguros de que todas las vacunas que están autorizadas para su uso contra la Covid-19 tienen muy buenos perfiles de seguridad”, concluye.