La pandemia de coronavirus Covid-19 ha puesto en valor el papel de la teledermatología como una de las herramientas más potentes pasar consulta dentro de la telemedicina implantada en España.
ConSalud.es charla con todo un experto en este campo, David Moreno Ramírez, para hacer balance de este campo de la e-Health y los retos que quedan por delante para avanzar en su aporte a la asistencia sanitaria.
Moreno Ramírez es jefe de Servicio-profesor titular en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
¿Cómo han vivido los dermatólogos la pandemia y de qué manera les ha afectado en su práctica asistencial?
Como dermatólogos, durante el tiempo de pandemia, la mayoría de nosotros ha ocupado un lugar en la retaguardia mientras el resto de colegas de los hospitales y de los centros de Atención Primaria se han dedicado a la atención a pacientes COVID.
Sin embargo, esta pandemia ha tenido un impacto sobre la especialidad que los que llevábamos años trabajando con teledermatología no esperábamos. Durante la pandemia la teledermatología ha sido la única forma que ha tenido el dermatólogo de continuar ofreciendo atención al paciente con enfermedades de la piel.
"La teledermatología ha sido la única forma que ha tenido el dermatólogo de continuar ofreciendo atención al paciente con enfermedades de la piel"
Por ello, durante estos meses, muchos de los debates que se mantenían a favor y en contra de la teledermatología han quedado al menos aplazados, y en muchos casos superados, ante la necesidad de continuar atendiendo al paciente dermatológico. También desde el punto de vista de desarrollo de tecnologías las limitaciones de acceso que ha impuesto la pandemia han representado una oportunidad para desarrollar tecnologías y procedimientos que estábamos tardando años en implantar.
La Teledermatología ya estaba casi totalmente integrada como una herramienta del sistema sanitario para dar respuesta a los pacientes sin pasar por consulta. ¿Qué han descubierto en esta crisis sanitaria?
Con respecto a la teledermatología esta crisis sanitaria ha representado un doble impulso.
En aquellos medios sanitarios o instituciones que hasta el momento no se estaban aprovechando de las ventajas de la telemedicina la pandemia ha ayudado a ver porqué puede ser interesante, imprescindible diría, combinar los medios asistenciales convencionales con los basados en tecnologías, como la teledermatología.
En aquellos otros servicios de salud con experiencia previa en telemedicina la pandemia ha impulsado la transformación de la telemedicina indirecta, mediada por otro profesional, el médico de familia generalmente, a un modelo de telemedicina directa (direct-to-patient) entre el dermatólogo y el paciente de forma directa.
La imposibilidad de los pacientes de acudir a su centro de salud para la toma de imágenes ha favorecido la implantación de un modelo de telemedicina que hasta ahora no se estaba aplicando, un modelo de telemedicina que permite conectar a un paciente, en su propio domicilio, con el servicio de dermatología del hospital.
¿Por qué la Teledermatología ha triunfado y cuál es el secreto de su éxito?
La ventaja fundamental de un servicio de dermatología que usa de forma rutinaria la telemedicina es que puede ofrecer una accesibilidad imposible de alcanzar por un servicio basado en procedimientos convencionales, consulta presencial.
La posibilidad de identificar, y tratar, un problema dermatológico potencialmente grave desde el mismo momento que el paciente consulta a su médico de familia. De poco sirve que dispongamos en los hospitales de recursos humanos y técnicos excelentes si un paciente no accede a ellos cuando lo necesita.
¿Cómo es su uso actual y cómo se coordina con el resto de especialistas?
Actualmente en nuestro servicio de dermatología hemos creado una especie de “ecosistema digital” en el que mediante la aplicación de las diferentes tecnologías y modalidades de telemedicina (directa e indirecta) podemos ofrecer un tipo de atención u otro (telemedicina o presencial) en función de lo que el paciente y otros profesionales necesiten en cada momento de la enfermedad.
Es decir, no se trata de confrontar telemedicina con la atención convencional presencial, no se trata de substituir la dermatología presencial habitual por la teledermatología; se trata de aplicarlas de forma coordinada para proporcionar en cada momento la mejor respuesta al paciente.
Además, en nuestro servicio trabajamos con un modelo de sala digital, que es un espacio dotado de tecnología y equipamiento en el que varios dermatólogos se ocupan diariamente, a tiempo completo, de todas las actividades relacionadas con telemedicina. Este enfoque no solo permite garantizar unos tiempos de respuesta mínimos sino que ofrece también al dermatólogo unas condiciones de trabajo muy interesantes y que favorecen un alto rendimiento.
¿Pueden sentir seguros los pacientes que acuden a su médico y aplican esta técnica o que recurren a aplicaciones oficiales?
Por supuesto que sí. La seguridad no la garantizan ni la limitan los procedimientos ni la tecnología sino las personas, los profesionales que están detrás de ellas. Con esto quiero decir que un dermatólogo capacitado y bien formado tomará decisiones si cuenta con todos los elementos necesarios para esta decisión, y esto es así tanto en una teleconsulta como en una consulta presencial. Mientras mejor capacitado esté el dermatólogo, mientras más experiencia clínica tenga mayor seguridad aportará al paciente tanto mediante teledermatología como mediante consulta presencial.
¿Qué queda todavía por hacer en este ámbito?
En España, la limitada disponibilidad de dermatólogos y la elevada demanda de atención dermatológica por parte de la población, hace necesaria la búsqueda de procedimientos, como la teledermatología, que garanticen esta atención.
Por otra parte, aunque disponemos de tecnología suficiente necesitamos avanzar en el desarrollo e implantación de plataformas de telemedicina que faciliten al dermatólogo, al médico de familia y al paciente una interacción amigable, eficiente y segura. Es decir, necesitamos plataformas de telemedicina que cada vez se integren mejor con los sistemas de información de los centros o instituciones sanitarias.
"El uso beneficioso de la telemedicina requiere un esfuerzo de los servicios de dermatología y áreas de atención primaria para rediseñar algunos de los procedimientos de trabajo"
Sin embargo, la teledermatología, la telemedicina no se limita a la conexión por internet entre un dermatólogo y un médico de familia o un paciente. El uso beneficioso de la telemedicina requiere un esfuerzo de los servicios de dermatología y áreas de atención primaria para rediseñar algunos de los procedimientos de trabajo.
Debemos ser capaces, mediante teledermatología, no solo de ofrecer un diagnóstico brillante, sino de rediseñar procedimientos y protocolos con el objetivo de ofrecer al paciente una respuesta finalista adecuada a sus necesidades (un tratamiento, una prueba complementaria, una cita en el quirófano, etc.).
¿Qué tecnologías se han empezado a poner en marcha y cuáles esperan que se acaben integrando en el futuro?
Como decía, durante la pandemia se han comenzado a implantar modelos de telemedicina directa, entre el paciente y el dermatólogo, modelos basados en imágenes captadas por el paciente con su propio móvil o bien basados en videoconsulta. Diferentes modalidades y tecnologías que están permitiendo generar en los servicios de dermatología ecosistemas digitales capaces de mejorar la respuesta en diferentes escenarios clínicos.
La teledermatoscopia, o envío de imágenes tomadas por un dermatoscopio y que permiten un diagnóstico más preciso del cáncer de piel se está extendiendo como procedimiento de rutina en los sistemas de teledermatología entre el centro de salud y el hospital.
Pero no me cabe duda de que el futuro vendrá marcado por la implantación en la práctica clínica real de la inteligencia artificial; algoritmos que ayuden al dermatólogo en la toma de decisiones. De la misma forma que en el debate sobre teledermatología o atención presencial, no parece que la inteligencia artificial vaya a substituir al clínico, al dermatólogo. Lo que si puede ser posible en un futuro es que la inteligencia artificial ponga las cosas muy difíciles a los clínicos, a los servicios de dermatología