Un protegeslip que mide las alteraciones del flujo vaginal y detecta infecciones vaginales, enfermedades de transmisión sexual o signos de alerta sobre un potencial problema. Así es Fluyo, un proyecto ‘made in Spain’ realizado por estudiantes del grado y máster en Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Este revolucionario proyecto nació en cuestión de unas horas. Coral Blanquer, Sara Pérez, Ekaterina Panova, Elena Bernabé y Laura Almendros, se presentaron a los ‘Innovation Days’, una suerte de concurso en la que les presentaron unos retos relacionados con la salud y les dieron un día para desarrollar una idea. Fluyo fue el fruto de trabajo de estas cuatro jóvenes y les valió el primer premio.
“Empezamos a las 9 de la mañana y terminamos a las 7, sin dormir. La idea nos apasionó desde el principio, porque era un problema con el que todas podíamos empatizar y que todas habíamos sufrido”, cuenta Sara Pérez, en nombre de todas las alumnas, a Saludigital.
El primer premio les abrió la puerta a presentar el proyecto a nivel internacional, en Viena. Las dos semanas de trabajo les valieron para “pulir todos los detalles” para que Fluyo fuese una realidad que, muy pronto, podría estar en los supermercados a un precio competente.
UN PROTEGESLIP CON SENSORES
A nivel técnico, Fluyo consta, por una parte, de un protegeslip con unos sensores pasivos capaces de medir ciertos parámetros importantes del flujo vaginal, como pueden ser el color, el olor, el PH o la consistencia del mismo. Estos sensores funcionan como una suerte de tiras reactivas, como las que se utilizan en los test de embarazo. A simple vista, no difiere ni en comodidad ni en apariencia, de un protegeslip al uso, pero estos sensores cambian de color ante posibles alteraciones o cambios, que podrían ser potenciales indicativos de que algo no va como debería.
Para analizar estos cambios entra en juego la segunda parte de Fluyo: una app a través de la cual registrar estos cambios. “Con el móvil, le haces una foto al protegeslip y un algoritmo detecta estos parámetros y calcula si los cambios que han ocurrido son normales o indican que debería consultarse a un ginecólogo”, comenta Pérez.
Inicialmente, Fluyo estaba orientado a las infecciones vaginales, pero las investigaciones para desarrollar el proyecto pusieron en evidencia otras aplicaciones que van desde la detección de enfermedades de transmisión sexual, hasta los momentos de ovulación o signos de premenopausia, si bien estos últimos parámetros podrían no ser demasiado exactos.
El algodón orgánico es el material que plantean las jóvenes ingenieras para estos ‘fluyoslips’. Asimismo, prevén que se puedan comercializar tanto protegeslips desechables como reutilizables. Ekaterina Panova toma el relevo de Sara Pérez para ahondar en los materiales, asegurando que “no tienen ningún tipo de toxicidad y, además, son reciclables y mucho mejores que los plásticos”.
“QUEREMOS QUE SE EMPIECE A HABLAR DE FLUJO VAGINAL”
“Hace unos años no se hablaba de sexo y ahora se habla de sexo. Hace unos años no se hablaba de la regla y ahora se habla de la regla. Ahora queremos un cambio y que se empiece a hablar de flujo vaginal, porque es un fenómeno que vivimos todas las mujeres y muchas no lo saben interpretar”, defienden las creadoras de Fluyo. Es por ello que una parte del proyecto tiene que ver con la educación, tanto para las mujeres adultas, como para las niñas.
“Queremos que este proyecto incluya educación a la sociedad sobre el flujo vaginal, sus cambios y que no se esconda, porque puede ser muy útil” a nivel clínico, apuntan las investigadoras. Al hilo, señalan que también quieren incluir un calendario menstrual en la aplicación, así como ejercicios de yoga y otros métodos naturales para disminuir el dolor menstrual.
Fluyo ha nacido a raíz de las preocupaciones de cuatro mujeres. De aquí la relevancia de contar con perspectiva de género y participación de las mujeres en ciencia, señalan sus creadoras.
FLUYO, ¿PRONTO EN LOS SUPERMERCADOS?
El proyecto está en marcha. La tecnología está establecida, existe y es viable. Con todo, al ser una marca, también hay otros temas implicados como la regulación, la patente, la producción… “Nos gustaría que en tres o cuatro años, ya pudiera estar Fluyo en el mercado. ¡O incluso antes!”
Una compresa para los días de regla que también analice posibles alteraciones, es el siguiente objetivo de estas jóvenes investigadoras
La previsión es que estos ‘fluyoslips’ no sean más caros que los protegeslips al uso. “La app queremos que sea totalmente gratuita y la idea es que la caja de Fluyo incluya unos 30 protegeslips, como las cajas habituales. Y si una caja normal vale tres euros, la idea es que valga en torno a los seis euros, como mucho”. Dentro de este precio se incluiría el uso de la aplicación.
Su uso estaría indicado para el día a día, de forma que se realizase un seguimiento que permitiese identificar parámetros normales y anormales. Con todo, también podrían utilizarse a modo de confirmación de que se padece una infección vaginal o ETS.
Hasta el momento, Fluyo no está indicado para la regla. Y es aquí hacia donde quieren seguir avanzando Coral, Sara, Ekaterina y Laura. Una compresa para los días de regla que también analice posibles alteraciones, es el siguiente objetivo de estas jóvenes investigadoras.