La Sociedad Española de Reumatología (SER), en colaboración con Lilly, celebró los pasados días 25 y 26 de junio, el II Curso de Big Data e Inteligencia Artificial. En el evento han participado expertos de varios ámbitos que han destacado la importancia de la Inteligencia Artificial (IA) basada en técnicas de aprendizaje automático, en la detección de enfermedades. Además, se ha puesto de manifiesto la importancia de digitalizar el sistema de salud y la necesidad de un marco legal en el campo del Big Data para incentivar el desarrollo de técnicas útiles.
En palabras de la directora de la escuela de Estudios de Futuros "The Future Factory", Isabel Fernández Peñuelas, "el uso de la Inteligencia Artificial, en concreto mediante técnicas de aprendizaje automático en diagnóstico clínico para la detección temprana de tumores ya es una realidad, así como en el análisis de factores de riesgo de algunas enfermedades, incluso en el riesgo de fallecimiento". Además, la directora ha incidido en el papel que estas herramientas tendrán en el futuro, destacando la impresión 3D de prótesis o implantes, así como la edición genética o CRISPR, entre otros.
Respecto al impacto que ha tenido la pandemia provocada por la COVID-19, esta situación ha dejado patente la necesidad de "crear nuevas formas de acceso a la salud de forma remota mediante el uso de la telemedicina, entendida como una combinación de visitas virtuales, herramientas remotas de monitorización, sistemas de salud móviles y sistemas de respuesta ante emergencias". Asimismo, pone el foco en "informatizar la gestión de la información médica" con el objetivo de que sea más "escalabre y compartible para facilitar el trabajo de las herramientas de análisis predictivo".
"El Big data lleva ya bastante tiempo siendo algo real y parece evidente que necesita una respuesta jurídica más precisa"
“Se debería aprovechar que somos uno de los países de Europa con mejor infraestructura 5G, una tecnología de comunicación clave en el desarrollo de la telemedicina, aunque haya otros países europeos a la cabeza en este ámbito", apunta la experta, señalando también la necesidad de inversión en TIC a largo plazo.
Por otro lado, Fernando Irurzun, del Departamento de Litigación, Arbitraje y Derecho Público de Clifford Chance, ha puesto el foco sobre las cuestiones legales como uno de los retos del Big Data. Asegura que "falta un marco legal específico y no hay suficientes certezas a la luz de la legislación de protección de datos, lo cual genera un riesgo de inseguridad jurídica que puede obstaculizar el desarrollo de iniciativas útiles para la sociedad".
Además, en relación a la Ley de Protección de Datos de España, apostilla que "quizás no es necesaria una norma de desarrollo de la Ley Orgánica, pero las entidades públicas o privadas interesadas y la Agencia Española de Protección de Datos tienen en su mano desarrollar en la práctica esas normas para dotar de seguridad jurídica al sector y de garantías de protección a los ciudadanos".
"Las normas suelen ir siempre por detrás de los avances técnicos, pues el Derecho no es sino una herramienta a realidades que la sociedad no es capaz de encauzar por sí misma. Sin embargo, el Big data lleva ya bastante tiempo siendo algo real y parece evidente que necesita una respuesta jurídica más precisa”, concluye Irurzun.