Parecía cosa de futuro, pero en los últimos años, y principalmente en este año, los exoesqueletos pediátricos ya están presentes en hospitales, centros y fundaciones de nuestro país. Pese a su costosa tecnología, este año varios niños con parálisis cerebral o con diversas lesiones medulares como la atrofia muscular espinal (AME), enfermedades con las que los niños nacen, que no tienen cura y afectan principalmente a la capacidad motora de los pacientes, han podido comprobar los beneficios que tienen.
Y es que este 2021, el año de la pandemia, no ha evitado que los avances tecnológicos y la investigación en otras enfermedades continuaran. No solo se ha logrado probar la robótica social para las terapias con los niños con lesiones medulares como se ha dado en el Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo, sino también los propios exoesqueletos para tratar con niños, pese a la complejidad que tienen y los altos costes.
Mientras que un adulto con problemas de movilidad por parálisis, lesiones medulares u otras patologías, no van a variar de tamaño, los niños crecen, y la tecnología que se hace para ellos tiene que adaptarse a esa situación. Este año, con la homologación comercial del exoesqueleto pediátrico 'Atlas 2030', de la empresa Marsi-Bionics, primer exoesqueleto infantil del mundo, la rehabilitación y terapias con esta tecnología está cada vez más cerca.
Se espera que en menos de una década sean habituales en los centros de rehabilitación para pacientes con daños neurológicos o medulares
Los modelos como este se adaptan a niños de entre 3 y 14 años, y aunque no les enseña a caminar, sí que les permite tener más fuerza, mejorar su salud y por tanto su calidad de vida. Abandonan por unos momentos las sillas de ruedas y caminan de forma autónoma, reduciendo el trofismo muscular y óseo.
El fortalecimiento del tronco y una postura diferente a la sedentaria hace que la caja torácica aumente. “Se nota mucho a nivel de respiración, cogen más aire y lo sueltan mejor. Incluso su tos cambia”, explica a Consalud.es la fisioterapeuta Elena Delgado, de Marsi-Bionics, sobre un programa con niños con AME. Unos resultados mejores que las terapias de manipulación que se utilizan principalmente en las consultas de fisioterapia.
Los exoesqueletos pediátricos, pero principalmente los de adultos, están llegando a los hospitales, y se espera que en menos de una década sean habituales en los centros de rehabilitación para pacientes con daños neurológicos o medulares. Con ello se mejora la calidad de vida de unos 60 millones de personas que viven en el mundo con una enfermedad que les dificulta la marca, de los que 17 millones son niños.
Con un uso más amplio, también ayudaría a aquellos que hayan tenido que ser intervenidos por problemas en las movilidad, como operaciones de cadera, implantes de rodillas. Los exoesqueletos permitirán mejorar los tiempos de rehabilitación.