La Universidad de Basilea, en Suiza, ha dado recientemente con un láser que podría sustituir a las sierras convencionales para huesos. “Usar láseres en lugar de bisturíes y sierras tendría muchas ventajas en la cirugía”, se explica desde la universidad, puesto que esta tecnología permite realizar incisiones sin contacto y con precisión. Por el momento, este uso no estaría extendido de manera homogénea, pero esta situación “podría cambiar porque los sistemas láser son cada vez más inteligentes”, se informa.
Este estudio sobre el uso de láseres de la Universidad de Basilea ha desarrollado concretamente un sistema que combina tres funciones: cortar huesos, controlar la profundidad del corte y distinguir entre diferentes tejidos. Así lo explican la doctora Ferda Canbaz, del Departamento de Ingeniería Biomédica de Basilea, y el doctor Azhar Zam, ex profesor de la Universidad de Basilea y ahora de la Universidad de Nueva York, ambos autores de la investigación.
“El láser cuenta con tres funciones que apuntan en paralelo al mismo punto”, se informa. Según explica la universidad, el primer láser sirve como sensor de tejido al escanear el área que rodea el corte óseo planificado. Este láser irradia la superficie a intervalos regulares, vaporizando una pequeña muestra de tejido. Un espectrómetro mide su composición y un algoritmo procesa estos datos y crea una especie de mapa de dónde está el hueso y dónde está el tejido blando, precisan.
“El láser cuenta con tres funciones que apuntan en paralelo al mismo punto”
Cuando estos datos ya están recopilados y con el mapa del hueso y el tejido, el láser se activa y corta los huesos. Como el aparato ha creado previamente el mapa, el láser sólo corta el hueso y no daña nada del tejido blando. “Al mismo tiempo, el tercer láser, un sistema óptico, mide la profundidad de corte y comprueba que el láser de corte no corte más profundamente de lo previsto. El sensor de tejido también comprueba una y otra vez durante el corte que se esté cortando el tejido correcto”.
Además de todo ello, "lo especial de nuestro sistema es que se controla a sí mismo sin intervención humana", resume la autora Ferda Canbaz. La investigación se ha basado, por el momento, en probar este sistema con los huesos y el tejido de cerdos. Esto, les “permitió demostrar que su sistema funciona con una precisión de hasta una fracción de milímetro. La velocidad del láser combinado también se acerca a la de un procedimiento quirúrgico convencional”.
Los pasos que se están dando ahora en este proyecto se basan en hacer que el sistema sea más pequeño. Con la combinación del sistema óptico y el corte por láser, ya han alcanzado aproximadamente el tamaño de una caja de cerillas. “La integración del sensor de tejido y una mayor miniaturización deberían, en última instancia, dar como resultado que el sistema pueda encajar en la punta de un endoscopio para permitir operaciones mínimamente invasivas”.
El aparato crea una especie de mapa de dónde está el hueso y dónde está el tejido blando
El doctor Arsham ha destacado por su parte que “aumentar el uso del láser en cirugía sería deseable por varias razones”. Entre ellas, destaca que el corte sin contacto reduce el riesgo de infecciones y que las incisiones más pequeñas y precisas también permiten que el tejido sane más rápidamente y se reduzcan las cicatrices.
Igualmente, la investigadora Ferda Canbaz añade que los usos podrían ampliarse. “El corte de huesos de forma controlada con láser también permite utilizar nuevas formas de corte que, por ejemplo, permiten unir físicamente un implante óseo con el hueso existente. Quizás algún día podamos ahorrar por completo el cemento óseo”.
“Pero un sistema combinado de este tipo también sería útil en otros campos de la cirugía: podría ser posible diferenciar los tumores con mayor precisión del tejido sano circundante y extirparlos sin eliminar una cantidad innecesaria de tejido vecino”, concluye.