La eliminación de un tipo de célula T de la sangre de donantes utilizada para injertos de células madre podría reducir en gran medida una complicación grave llamada enfermedad de injerto contra huésped en pacientes con leucemia, según ha revelado un nuevo estudio.
Concretamente, el estudio informa que solo el 7% de los pacientes con leucemia que recibieron trasplantes de células madre sin células T ingenuas desarrollaron enfermedad crónica de injerto contra huésped o GVHD, en comparación con el 30% al 60% tasa con el estándar de tratamiento de atención. Alrededor del 70% de estos pacientes desarrollaron la forma aguda de GVHD, pero la enfermedad generalmente era leve y respondía a los corticosteroides de primera línea.
"Es bastante notable que pudiéramos reducir la GVHD crónica tan drásticamente con esta estrategia de ingeniería de injertos. También es sorprendente que casi no vimos enfermedad aguda de injerto contra huésped refractaria a los esteroides en nuestros pacientes", ha explicado el investigador principal del estudio.
Para los pacientes con leucemia y otras enfermedades de la sangre, el trasplante de células madre hematopoyéticas (células progenitoras que pueden convertirse en cualquier tipo de glóbulo) de un donante sano puede reconstruir el sistema de producción de sangre del cuerpo. Pero este tratamiento que salva vidas también conlleva riesgos. Los injertos de células madre que se recolectan de la médula ósea o de la sangre circulante, contienen células T que pueden causar GVHD al atacar los tejidos del huésped.
Solo el 7% de los pacientes desarrollaron EICH crónica en comparación con las tasas informadas anteriormente del 30% al 60%
La GVHD aguda generalmente ocurre dentro de los 100 días posteriores al trasplante y tiende a afectar a la piel, el hígado y el tracto gastrointestinal. La mayoría de los pacientes responde a los corticosteroides, pero una fracción importante requiere inmunosupresión adicional. La GVHD crónica generalmente se desarrolla más tarde que la forma aguda y puede afectar muchos órganos. Esta versión persistente de la enfermedad puede ser más difícil de tratar, ya que a menudo requiere inmunosupresión prolongada y reduce la calidad de vida del paciente o causa la muerte.
Eliminar todas las células T de un injerto antes del trasplante puede reducir la GVHD, pero este enfoque es un arma de doble filo. Estudios previos encontraron que los pacientes tenían un mayor riesgo de recaída de leucemia o muerte porque las células T también son importantes para matar células cancerosas y combatir infecciones.
REDUCE LOS EFECTOS SECUNDARIOS NEGATIVOS
La nueva estrategia de los investigadores reduce estos efectos secundarios negativos al agotar los injertos de células T ingenuas e inexpertas, pero retiene las células T de memoria, que protegen contra los patógenos encontrados previamente.
El equipo reclutó a 138 pacientes con leucemia, incluidos adultos y niños, en tres ensayos clínicos de fase II. Recolectaron sangre circulante de donantes sanos que coincidían inmunológicamente con cada paciente y usaron un reactivo para eliminar las células T vírgenes.
Después de la quimioterapia y la irradiación para eliminar las células cancerosas y hacer espacio para el trasplante, los pacientes recibieron el injerto sin células T sin tratamiento previo. Según los investigadores, el hallazgo más sorprendente fue que solo el 7% de los pacientes desarrollaron EICH crónica en comparación con las tasas informadas anteriormente del 30% al 60%.