Las instituciones reguladoras de los Estados Unidos han aprobado la estimulación cerebral profunda para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, la epilepsia, el temblor esencial o el trastorno obsesivo compulsivo. Un tratamiento, hay que recordar, que se basa en el implante de una serie de cables en el cerebro y un estimulador en el pecho o el abdomen.
El estimulador envía pequeños impulsos eléctricos a los cables a lo largo de un conducto de conexión por debajo de la piel. En algunas ocasiones, los profesionales de la Medicina se refieren al estimulador como un marcapasos. Los cirujanos implantan los cables en áreas del cerebro que son responsables de los síntomas de la afección particular.
Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo
En el caso de la enfermedad de Parkinson, por ejemplo, los cables se implantan en el área del cerebro que controla el movimiento. En este nuevo estudio, publicado en la revista científica American Journal of Psychiatry, los cirujanos habían implantado cables en el cingulado subcalloso.
La autora principal del estudio es la doctora Helen S. Mayberg, profesora de Neurología, Neurocirugía, Psiquiatría y Neurociencia en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai (Nueva York), La docente y su equipo han estado estudiando el SCC como un objetivo potencial para la depresión severa durante más de una década.
"A pesar del hecho de que los ensayos más grandes se detuvieron temprano", ha comentado Mayberg, "lo que mis compañeros y yo hemos estado viendo mientras observamos el seguimiento de los pacientes fue que, con el tiempo, estaban mejorando y, además, se mantenían en un estado óptimo".
"Tras más de ocho años de observación, la mayoría de los participantes de nuestro estudio experimentario una respuesta antidepresiva a la estimulación cerebral profunda de tipo robusta y sostenida"
La propia Mayberg, ha continuado, "mantuvimos el rumbo y, tras más de ocho años de observación, la mayoría de los participantes de nuestro estudio experimentario una respuesta antidepresiva a la estimulación cerebral profunda de tipo robusta y sostenida".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Los síntomas de la depresión mayor pueden ser tan graves que disminuyen, en gran medida, la calidad de vida y la capacidad de una persona para realizar actividades contidianas.