Las especies reactivas de oxígeno (ROS) son sustancias químicas altamente reactivas que contienen radicales de oxígeno. El ácido hipocloroso, los peróxidos, el superóxido, el oxígeno singlete, el oxígeno alfa y los radicales hidroxilo son los principales ejemplos de ROS, que resultan familiares para personas de muchos ámbitos de la vida, ya que se utilizan en muchos procesos domésticos e industriales.
Las ROS se producen naturalmente durante una variedad de reacciones bioquímicas dentro de los orgánulos celulares, como el retículo endoplásmico, las mitocondrias y los peroxisomas. Las ROS también se forman como un subproducto del metabolismo normal del oxígeno. La producción de ROS puede ser inducida por varios factores como metales pesados, tabaco, humo, drogas, xenobióticos, contaminantes y radiación. A partir de varios estudios experimentales, se asevera que ROS actúa como agente supresor o promotor de tumores.
El nivel elevado de ROS puede detener el crecimiento del tumor a través del aumento persistente de la inhibición del ciclo celular. El nivel elevado de ROS puede inducir la apoptosis por vías tanto intrínsecas como extrínsecas. Se considera que ROS es un agente supresor de tumores ya que su producción se debe al uso de la mayoría de los agentes quimioterapéuticos para activar la muerte celular. El efecto citotóxico de las ROS proporciona un impulso hacia la apoptosis, pero en niveles más altos, pueden provocar el inicio de una malignidad que conduce a la muerte celular incontrolada en las células cancerosas.
Algunas especies de ROS pueden influir en diversas actividades a nivel celular que incluyen la proliferación celular. Esta revisión reciente, publicada en Anti-Cancer Agents in Medicinal Chemistry, explica la importancia de ROS en la terapia del cáncer.
A partir de varios estudios experimentales se afirma que las ROS actúan como agente supresor o promotor de tumores
Los informes científicos sugieren que las ROS pueden promover la proliferación celular o la muerte celular según la intensidad o la ubicación del estallido oxidativo y la actividad del sistema antioxidante. La capacidad de las ROS para estimular el crecimiento celular o la muerte celular depende principalmente de la intensidad o duración de las señales redox y los mecanismos de defensa de los antioxidantes. Los medicamentos contra el cáncer existentes ejercen efectos nocivos sobre las células normales que son parcialmente activadas por ROS. Estas especies ejercen efectos celulares inversos al promover la proliferación celular y la progresión del tumor o la muerte celular.
Los ROS actúan como una "espada de doble filo" al actuar no solo como inductores o sustentadores de enfermedades, sino también como armas terapéuticas en las células cancerosas. Se ha descubierto que el aumento del nivel de ROS en las mitocondrias induce la proliferación celular, la supervivencia celular, la migración celular y la transición epitelial-mesenquimal a través de la proteína quinasa activada por mitógenos (MAPK) y la activación de Ras-ERK.
Teniendo en cuenta estos efectos intracelulares, se pueden aplicar terapéuticamente diversas especies reactivas de oxígeno para el tratamiento de diferentes tipos de células cancerosas. Los nuevos enfoques terapéuticos de los fármacos contra el cáncer se basan en la formación de ROS o en la modulación de los mecanismos antioxidantes. Al poder diferenciar entre células normales y cancerosas mediante el uso de señales moleculares, los investigadores pueden apuntar a las células cancerosas para su destrucción in vivo.
A pesar de las técnicas actuales de señalización de ROS en la biología del cáncer, la naturaleza dual de ROS sigue siendo un gran desafío en las terapias contra el cáncer que se dirigen a ROS. La comprensión de las propiedades de las ROS como factor principal en las vías de señalización puede ofrecer esperanzas en la clínica para intervenciones farmacológicas contra el cáncer más seguras y efectivas en el futuro.