La radioterapia se usa como tratamiento para más de la mitad de todos los pacientes con cáncer y puede ser muy eficaz para reducir los tumores y destruir las células cancerosas. Pero el tratamiento con radiación también puede dañar el tejido sano, incluido el tejido de la boca y el tracto gastrointestinal. Esta lesión tisular puede provocar mucositis oral, esofagitis y proctitis, un daño tisular doloroso y, a veces, debilitante.
Ahora, investigadores del Hospital Brigham and Women's, el Instituto de Tecnología de Massachusetts y el Hospital General de Massachusetts describen los esfuerzos para desarrollar un nuevo dispositivo personalizado impreso en 3D destinado a proteger a los pacientes que se someten a radioterapia y prevenir la toxicidad inducida por la radiación. El trabajo hasta la fecha se ha realizado en modelos preclínicos y utiliza simulaciones para predecir efectos en humanos, sentando las bases para ensayos clínicos con pacientes.
''Cuando tratamos a pacientes con radiación, hacemos todo lo posible para minimizar el área de tejido sano que recibe radiación y dividir el tratamiento en pequeñas dosis, pero hay un buen equilibrio. Queremos administrar la mayor dosis posible para encoger el tumor sin dañar el tejido sano'', ha señalado el autor principal del estudio, James Byrne, quien ha añadido que ''nuestro objetivo a través de este proyecto era encontrar una solución innovadora que pudiera ofrecer protección personalizada para los pacientes''.
La radioterapia se usa como tratamiento para más de la mitad de todos los pacientes con cáncer y puede ser muy eficaz para reducir los tumores
Por ello, el experto colaboró con un equipo multidisciplinario en el trabajo, incluidos expertos en oncología radioterápica, físicos, ingenieros mecánicos y gastroenterólogos.
''No es raro que se llame a los gastroenterólogos para consultar sobre un caso para ayudar a un paciente que está experimentando efectos secundarios de la radiación'', ha comentado el autor C. Giovanni Traverso.
Los investigadores probaron una amplia gama de materiales, tanto sólidos como líquidos, a partir de los cuales construir los escudos radioprotectores. El equipo se centró en materiales de alto número atómico (Z), que pueden evitar el paso de los rayos gamma y X, y otros materiales para reducir la retrodispersión de la radiación. Utilizando tomografías computarizadas de pacientes, el equipo creó diseños únicos para pacientes individuales y utilizó la impresión 3D para generarlos.
Probaron sus escudos en ratas y cerdos. Descubrieron que los escudos podían proteger el tejido sano de la boca y el recto en ratas con buena viabilidad y reproducibilidad de colocación en cerdos. En simulaciones de pacientes humanos, el equipo estimó que el dispositivo podría reducir la radiación a las áreas de la boca en un 30 por ciento para los pacientes con cáncer de cabeza y cuello, y en el tracto gastrointestinal en un 15 por ciento en los pacientes con cáncer de próstata.