El uso de plataformas robóticas en los quirófanos ha aumentado en los últimos años. Tanto es así que los robots se han convertido en los principales protagonistas de las salas de quirófano, situándose en alguna ocasión incluso por delante del propio cirujano.
Es una realidad que el futuro de la medicina y la cirugía en general pasa por el uso de robots. Ellos serán quienes, a largo plazo, se encarguen de realizar las principales intervenciones. Suponen un menor riesgo de complicación, facilitan la recuperación, garantizan menos dolor postoperatorio y menos estancia en el hospital, además menos pérdida de sangre durante la intervención.
Desde que en el año 1983, “Arthrobot” fuera considerado como el primer robot cirujano del mundo, han ido apareciendo muchos otros que han facilitado en muchos casos las operaciones.
Da Vinci, Hugo, Mira y ahora Star, un robot de hacer cirugías sin necesidad de una intervención humana. Ha sido creado por el Children's National Hospital con el objetivo de conseguir automatizar los procesos de cirugía de tejidos blandos de los que, como sabemos, forman parte los músculos, los tendones y los ligamentos.
Este robot abre la posibilidad de realizar intervenciones quirúrgicas incluso en lugares alejados donde no se puede tener acceso a la ayuda de un profesional médico
Un claro ejemplo de cómo este robot es capaz de operar por sí solo, lo encontramos en el pasado mes de febrero, cuando realizó una intervención en el intestino de un paciente.
Star es capaz de funcionar autónomamente una vez se le asigna un patrón que seguir, y no sólo eso, sino que es capaz de decidir las distancias de sutura y cuándo y cómo hacerlas. Toda la responsabilidad recae sobre las técnicas programadas, sin que intervenga la inteligencia artificial en ningún momento.
ABIERTO A NUEVOS HORIZONTES
Este robot abre la posibilidad de realizar intervenciones quirúrgicas incluso en lugares alejados donde no se puede tener acceso a la ayuda de un profesional médico. Al trabajar de manera autónoma e independiente es capaz de operar sin disponer de un cirujano y además asegurar un resultado satisfactorio para la salud.