Cada año en Europa, tres millones de personas ingresan en hospitales por presuntos casos de lesiones cerebrales traumáticas leves, sin embargo el 90% de ellos regresan a casa sin ningún trauma. Hoy en día, el único diagnóstico confiable es el que resulta de los equipos de tomografía computarizada (CT Scan), que solo están disponibles en algunos hospitales y, además de ser costosos, exponen a los pacientes a radiaciones de rayos X.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en colaboración con algunos hospitales de Barcelona, Madrid y Sevilla, ha desarrollado un pequeño dispositivo de diagnóstico rápido -Point-of-Care Test (POCT)- que analiza el nivel de proteínas en la sangre y es capaz de diagnosticar una lesión cerebral leve con una sola gota. El descubrimiento, que ha sido publicado en la página web del centro suizo, no solo liberará a los pacientes de largas esperas, sino que también ahorrará costosos exámenes médicos.
Los golpes fuertes en la cabeza, por cualquier motivo, pueden causar síntomas como visión borrosa, vómitos, pérdida de conocimiento o memoria durante aproximadamente 30 minutos, síntomas que también pueden confundirse con un trauma leve. En estas situaciones es muy dificil determinar con rapidez si realmente existe una lesión cerebral, de ahí el motivo de este invento.
"Nos preguntamos si era posible aislar ciertas proteínas cuya presencia en la sangre aumenta en caso de lesión cerebral traumática leve", explica Jean-Charles Sánchez, profesor del Departamento de Medicina Interna de Especialidades y del Centro de Biomarcadores de la Facultad de Medicina.
"Nuestra idea era encontrar una manera de hacer un examen rápido que permitiera, durante un combate de boxeo o fútbol americano por ejemplo, determinar si el atleta puede regresar al campo o si su condición requiere hospitalización. Lo contrario de CT Scan, un examen que dura mucho tiempo y no se puede hacer en cualquier parte", agrega.
Por ello nace este dispositivo portátil, bajo el nombre TBIcheck, de uso sencillo y rápido inspirado en el principio de las pruebas de embarazo: se coloca una sola gota de sangre en un pequeño orificio del aparato de plástico y en 10 minutos el paciente sabe si existe riesgo de traumatismo leve, es decir, si su nivel de H-FABP es superior a 2,5 nanogramos por mililitro de sangre. "Si aparece una línea, la persona lesionada debe ir a un hospital para una tomografía computarizada, si no hay nada, puede irse a casa de manera segura", destaca el especialista.En caso de duda al leer el resultado, un lector pequeño, el Cube Reader, puede instalarse en TBIcheck. Mostrará la palabra "positiva" o "negativa" y enviará el resultado al teléfono inteligente del paciente o cuidador a través de Bluetooth.
Estos resultados, patentados por la Universidad de Ginebra y galardonados con la Prix de l'Innovation Academy en diciembre de 2017, serán comercializados a partir de 2019 por ABCDx, una start-up fundada hace cuatro años por Jean-Charles Sanchez de UNIGE y Joan Montaner del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, co-autores de este estudio.