Cada vez son menos las personas que cuentan con un termómetro de mercurio en sus hogares, y mucho menos los que le dan uso. El último “invento” es un termómetro cuántico que han desarrollado la Universidad de Nottingham, y está ya considerado como el termómetro más pequeño del mundo. Es capaz de detectar variaciones ínfimas de temperatura en cualquier parte del cuerpo, incluyendo zonas tan diminutas como el interior de una célula.
Su utilidad no es, precisamente, la de medir la temperatura en los bebés. Su aplicación pasa, principalmente, para la investigación en la biociencia, la química, la física y en el diagnóstico específico de muchas enfermedades que no tienen por qué dar fiebre. “Lo que hicimos fue delimitar la caracterización de unas sondas que estimen la temperatura con una precisión máxima, así como el margen de error que acompañaría a cada medición de la temperatura”, expone Geraldo Addesso, miembro de la universidad.
Pero, cuando se trata del termómetro que utilizarán los usuarios en sus propias casas, la tendencia pasa por lo “inteligente” y lo wearable. Uno de los más sonados fue el que presentó la empresa Blue Spark Technologies durante el CES de Las Vegas. Tiene forma de parche, se coloca en la piel y puedemedir la temperatura sin descanso , durante las 24 horas del día. Se llama TempTraq y ha sido desarrollado en el seno de la Fundación Clínica Cleveland. Su utilidad puede ser fundamental para pacientes que están en estado crítico y para los bebés.
El termómetro Kinsa es otro que se ha convertido en un auténtico laboratorio móvil. No es wearable, pero promete ser “inteligente” y para ello se conecta directamente al teléfono móvil, aunque solo si este es un iPhone. Se conecta como si fuera un auricular y envía los datos a una aplicación instalada en el smarthpone. Con esto, se puede llevar a cabo un seguimiento a partir de un gráfico de oscilaciones térmicas que se puede presentar en caso de tener que acudir a Urgencias, puesto que también cuenta con la opción de registrar los distintos síntomas que el paciente está experimentando. Pero, además, si hay un brote vírico, como gripe o varicela, lo indicará en un mapa.
Como éstos, en los últimos años han salido al mercado múltiples opciones, aunque suelen parecerse entre ellas, para medir la temperatura. Los que están enfocados a medir la temperatura de los bebés son de los más demandados. Todo dependerá, al final, de las necesidades de cada usuario.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Su utilidad no es, precisamente, la de medir la temperatura en los bebés. Su aplicación pasa, principalmente, para la investigación en la biociencia, la química, la física y en el diagnóstico específico de muchas enfermedades que no tienen por qué dar fiebre. “Lo que hicimos fue delimitar la caracterización de unas sondas que estimen la temperatura con una precisión máxima, así como el margen de error que acompañaría a cada medición de la temperatura”, expone Geraldo Addesso, miembro de la universidad.
Pero, cuando se trata del termómetro que utilizarán los usuarios en sus propias casas, la tendencia pasa por lo “inteligente” y lo wearable. Uno de los más sonados fue el que presentó la empresa Blue Spark Technologies durante el CES de Las Vegas. Tiene forma de parche, se coloca en la piel y puedemedir la temperatura sin descanso , durante las 24 horas del día. Se llama TempTraq y ha sido desarrollado en el seno de la Fundación Clínica Cleveland. Su utilidad puede ser fundamental para pacientes que están en estado crítico y para los bebés.
El termómetro Kinsa es otro que se ha convertido en un auténtico laboratorio móvil. No es wearable, pero promete ser “inteligente” y para ello se conecta directamente al teléfono móvil, aunque solo si este es un iPhone. Se conecta como si fuera un auricular y envía los datos a una aplicación instalada en el smarthpone. Con esto, se puede llevar a cabo un seguimiento a partir de un gráfico de oscilaciones térmicas que se puede presentar en caso de tener que acudir a Urgencias, puesto que también cuenta con la opción de registrar los distintos síntomas que el paciente está experimentando. Pero, además, si hay un brote vírico, como gripe o varicela, lo indicará en un mapa.
Como éstos, en los últimos años han salido al mercado múltiples opciones, aunque suelen parecerse entre ellas, para medir la temperatura. Los que están enfocados a medir la temperatura de los bebés son de los más demandados. Todo dependerá, al final, de las necesidades de cada usuario.
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