La transformación digital está llegando con fuerza al sector de la salud y, entre los agentes implicados, los pacientes cobran cada vez más protagonismo. La autogestión de las patologías a través del uso de aplicaciones móviles, la teleasistencia y los autochequeos mediante la utilización de wearables descubren al nuevo paciente digital.
Estas herramientas tecnológicas, además de ayudar en la prevención y control de enfermedades, suponen un ahorro al Sistema Nacional de Salud. De este modo, la digitalización del SNS es un importante reto a favor de su sostenibilidad.
Una de las patologías con un amplio número de aplicaciones móviles a sus espaldas es la diabetes. Recientemente, la Fundación iSYS, entidad sin ánimo de lucro especializada en salud y nuevas tecnologías publicaba su nuevo ranking, donde destacaba la app SocialDiabetes. Esta aplicación, en concreto, permite al paciente llevar un control diario, ajustar la dosis de insulina, recibir alertas personalizadas y la comunicación con el facultativo.
Estas herramientas tecnológicas, además de ayudar en la prevención y control de enfermedades, suponen un ahorro al Sistema Nacional de Salud
A esta función de gestión del paciente de su enfermedad, se le suma la prevención. En esta línea, son numerosas las aplicaciones móviles con este objetivo. Una de ellas, Growin. Esta aplicación permite evaluar e identificar a los niños que están en riesgo de convertirse en obesos para que puedan beneficiarse de una predicción precoz mediante acciones preventivas y proactivas para reconducir la situación. El objetivo, según sus desarrolladores, “es adelantarnos a que exista ese sobrepeso o anomalía de crecimiento de forma que podamos enviar a través de nuestros consejos personalizados las correspondientes medidas que se puedan o deban adoptar”.
Otra de las revoluciones que acompañan al paciente digital es la teleasistencia o asistente virtual en los casos de cronicidad. Con esta misión nació ËverBOT, de C2C. Se trata de una especie de cerebro virtual que lleva a cabo un seguimiento y control del paciente crónico en su domicilio a través de chatbot. De este modo, el asistente virtual monitoriza a los pacientes asignados comunicándose con ellos a través del lenguaje natural y un sencillo sistema de chat. El chatbot les recuerda la toma de medicación y registra algunos datos periódicamente, mediante un sistema de conversación automático, basado en conceptos de Inteligencia Artificial.
Por último, los wearables se han convertido en un gran acompañante del paciente a la hora de medir la salud. Esta tecnología ponible es capaz de monitorizar el ritmo cardiaco, los niveles de glucosa, incluso los niveles de alcohol. Pulseras, cinturones, dispositivos en forma de pinza, tatuajes, o calcomanías son algunas de las formas que adquieren.
En ocasiones, toda esa información registrada por un dispositivo puede dar paso al Big Data. Es el caso de Fitbit. Este wearable ha sido elegido para participar en el programa de medicina de precisión de Estados Unidos 'All of Us' y proporcionará 10.000 dispositivos para recopilar datos de salud de más de un millón de personas. “El estudio permitirá investigar la relación entre factores como la actividad física, la frecuencia cardíaca y el sueño con la salud”, apuntan desde la compañía.