Los expertos apuntan que aunque el Big Data aplicado a la salud es ya "una clara tendencia de futuro", aún "no se ha cristalizado su despliegue" y su potencial transformador
Para examinar esta relevancia, el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), junto con la Fundación Vodafone y la entidad pública empresarial Red.es, ha elaborado el estudio'Big Data en Salud Digital', para el que han contado con la opinión de 25 expertos procedentes de diferentes especialidades y la consulta de diversas fuentes de información.Sobre este informe, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, los expertos han reflejado distintas particularidades relacionadas con las utilidades y aplicaciones que tiene el Big Data en la salud digital. No obstante, unos de los aspectos más notables es el relativo a aquellas tendencias de futuro que van a aportar un aspecto diferencial.
Y es que, este documento manifiesta que a pesar de que el Big Data y su aplicación en la salud se consideran ya en sí mismas “una clara tendencia de futuro con un enorme potencial transformador”, entienden que “aún no se ha cristalizado en su despliegue”. A pesar de ello, han destacado que estas tendencias van a “mejorar el estado de salud de los pacientes” a través de un mejor “acceso, eficiencia, eficacia y calidad de los procesos clínicos y empresariales utilizados por las organizaciones de salud, médicos, pacientes y consumidores”.
MEDICINA PERSONALIZADA Y MACHINE LEARNING
La aplicación de un mismo tratamiento terapéutico a pacientes diagnosticados con la misma enfermedad es una aproximación cada vez más superada. Así, una de las tendencias que está obteniendo más protagonismo, como indica el informe del ONTSI, es la de la medicina personalizada, facilitada por el cruce de datos genéticos, ambientales y de hábitos de comportamiento de los pacientes.
Los nuevos sistemas de realidad virtual están iniciando nuevos métodos de planificación y ensayo quirúrgico así como la recreación de situaciones reales para pacientes y médicos
En este sentido, algunas de las actuaciones que los expertos consultados entienden que deben llevarse a cabo, se centran en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) para pasar de un “paradigma de medicina basada en la evidencia a un paradigma de medicina generadora de evidencia”. Con esta transformación, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) servirían como “instrumento muy poderoso” para los profesionales sanitarios en cuanto a que les ayudarían a “mejorar sus diagnósticos y a adaptar sus tratamientos a las necesidades y perfil específico del paciente”. Para completar esta evolución, el informe habla del fortalecimiento de otra tendencia en auge: el método Machine Learning. Se trata de un concepto que permite que los algoritmos puedan aprender de manera repetitiva mediante la información almacenada y encontrar así patrones ocultos en los datos. Y entre los distintos tipos de algoritmos, los expertos hablan de las redes neuronales artificiales como uno de los de uso más habitual.
Asimismo, el ONTSI avanza que se va a producir una “sofisticación” de estos algoritmos mencionando el concepto Deep Learning, que unido a las innovaciones en materia de computación cuántica van a favorecer la construcción de nuevos ordenadores que serán capaces de procesar cantidades de información “extremadamente superiores a las actuales”.
REALIDAD VIRTUAL
Uno de los conceptos más emergentes que ya se están utilizando en la medicina es el de la realidad virtual. El estudio 'Big Data en Salud Digital' la define como una nueva tendencia que “permite la generación de entornos de interacción que separan la necesidad de compartir el espacio-tiempo, facilitando nuevos contexto de intercambio y comunicación”.
La proliferación de los wearables permiten recoger, procesar y monitorizar información sobre la salud del paciente a través de determinadas constantes y obtener datos mediante resultados procesados
En este sentido, estos nuevos sistemas, combinados con el Big Data, están permitiendo la puesta en marcha de nuevos métodos de planificación y ensayo quirúrgico o la recreación de situaciones a las que enfrentarse y con las que entrenarse, tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios.Así, algunas de las aplicaciones que este estudio ha puesto de ejemplo en cuanto al desarrollo de la realidad virtual en el campo de la salud son las animaciones 3D para estudiar mejor los trastornos de estrés postraumático, las fobias o las adicciones; la utilización de la “ciber-anatomía” para simular una cirugía virtual que sirva para preparar a los médicos para complejas intervenciones; o su utilización en salud pública para mostrar cómo pacientes con determinadas deficiencias perciben el mundo.
REDES 5G Y WEARABLES
Los expertos consultados por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) inciden en el “nuevo impulso” que está tomando el “Internet de las Cosas”, que aplicado al mundo de la salud puede “construir escenarios de cuidados inteligentes”. Este contexto, apuntan, estaría favorecido por el impulso de redes de muy alta velocidad (5G), previsto para establecerse entre 2018 y 2020.
Estas nuevas previsiones facilitarían la proliferación de los llamados wearables, aquellos dispositivos tecnológicos que pueden recoger y procesar información sobre la salud del paciente y que son capaces de monitorizar determinadas constantes y obtener de estos datos una serie de resultados procesados.
El informe elaborado por el ONTSI destaca que las nuevas cuestiones de investigación y avances en salud procederán de países emergentes como China o la India
Este punto también está siendo desarrollado en la actualidad por las más conocidas empresas tecnológicas puesto que están continuamente lanzando dispositivos como pulseras cuantificadoras de parámetros relacionados con la frecuencia cardíaca o la actividad física, termómetros digitales o biosensores que pueden calcular, por ejemplo, la grasa corporal.Estos dispositivos, de medición y control, normalmente suelen conectarse a otros dispositivos como los smartphones y pueden servir para monitorizar información relativa a las patologías crónicas, como la diabetes o la hipertensión, así como puede favorecer el desarrollo de las historias clínicas digitales y el empoderamiento de los pacientes sobre el control de su salud.
GLOBALIZACIÓN Y NUEVAS VISUALIZACIONES
Otras tendencias futuribles que los expertos han acentuado es el hecho de que en los próximos años, las cuestiones de investigación y avances en salud pasarán de tener su origen en el mundo occidental (Europa y Estados Unidos) a proceder de otras regiones mundiales. Así, el Big Data comenzará a nutrirse de otros países económicamente emergentes como China, que ya aporta el 13% del total de datos generados, o la India (4%).
Por otra parte, el estudio desarrollado por el ONTSI indica que se van a desarrollar nuevas herramientas de visualización, las cuales serán capaces de “superar los enfoques tradicionales” y acercarse a nuevos “ámbitos más naturales y/o antropomórficos”.