La innovación tecnológica en diabetes ha sido tal que buena parte de los pacientes ya han podido abandonar la conocida rutina de los "pinchazos"
La innovación tecnológica en este sentido ha sido tal que buena parte de los pacientes ya han podido abandonar la conocida rutina de los "pinchazos", tanto para poder medir sus niveles de glucosa en sangre como para poder administrarse la insulina que requiere el organismo en cada momento.Aunque muchas de estas tecnologías aún estén en proceso de pruebas o desarrollo, otras, sin embargo, sí que han llegado ya al ámbito cotidiano de los pacientes. Como explica a SaluDigital Eva Aguilera, secretaria del Grupo de trabajo de Nuevas Tecnologías de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la gran revolución a este respecto ha sido la aparición de las bombas de insulina, y más en concreto las que van asociadas a sensores de glicemia, como el llamado Minimed 640G.
Se trata de dispositivos que, por un lado, permiten medir la glucemia (cantidad de azúcar en sangre) del paciente en tiempo real y sin pinchazos y, por otro, mediante un pequeño parche, infundir la insulina que necesita al paciente. Estos dispositivos, como señala Aguilera, "disponen además de un sensor para predecir bajones de azúcar en sangre (hipoglucemia) y paralizar la cantidad de insulina que suministra".
PÁNCREAS ARTIFICIAL
Algo más avanzado, aunque aún sin comercializar, están los llamados "páncreas artificiales", que se insertan en el organismo del paciente mediante cirugía, y cuyo funcionamiento es similar a las bombas de insulinas con sensores pero en los que, mediante un algoritmo matemático, el dispositivo controla la cantidad de azúcar en sangre que necesita en todo momento el paciente, suministrándole insulina cuando así lo requiera, funcionando de forma similar a un páncreas humano.
Científicos estadounidenses desarrollaron un minúsculo parche para controlar la glucosa e infundir insulina de forma automática
Recientemente, además, científicos de la Universidad de Carolina del Norte de Estados Unidos lograron desarrollar un minúsculo parche con funciones parecidas, que detecta la glicemia y suministra insulina mediante pequeñas microagujas dispuestas sobre una lámina de silicio. No obstante, esta tecnología, que podría ser el futuro del tratamiento de la diabetes, una enfermedad sin cura, sólo ha sido probada aún en ratones.Más allá de estos inventos, la tecnología para la diabetes ha estado enfocada, en los últimos años, a mejorar la monitorización de los niveles de glucosa de los pacientes, algo en lo que, según Eva Aguilera, se ha evolucionado mucho en la práctica clínica. Un ejemplo de ello es el dispositivo FreeStyle Libre, de la compañía Abbot.
Se trata de una especie de chip, del tamaño de una moneda de dos euros, que se coloca en el brazo. Al pasar un dispositivo externo por delante, el sensor transmite, por tecnología bluetooth, la medición de la glucosa del paciente. "Ha tenido mucho éxito, pero de momento no está cubierto por la seguridad social", explica la portavoz de la SED.
GADGETS Y SMARTPHONES
A nivel internacional, los expertos en tecnología sanitaria han querido ir incluso más allá, haciendo uso de los smartphones para que los diabéticos sepan en todo momento y con un procedimiento sencillo, sus niveles de azúcar, algo fundamental para evitar complicaciones en su patología. Así, un estudio de la Universidad de México en colaboración con la Universidad de Houston (Estados Unidos) pretende desarrollar un cartucho conectado al teléfono móvil, en el cual se deposita una muestra de saliva del paciente y, a través de una aplicación móvil, ofrece datos fiables de glucemia.
GlucosAlarm es un sensor que se coloca en el retrete y mide la glucosa a partir de la orina del paciente
Otra investigación trata incluso de obtener esta medición mediante la orina. Es lo que realiza el dispositivo, aún en pruebas, GlucosAlarm. Situando un sensor en el retrete, el dispositivo capta en la orina los niveles de glucosa y los envía, también por bluetooth, a una aplicación móvil.Y es que, más allá del beneficio que supone para los pacientes, las compañías tecnológicas también saben el potencial que tiene el mercado relacionado con el tratamiento de la diabetes. Por ello, hasta gigantes tecnológicos como Google tratan de aportar innovaciones en este ámbito. Según anunciaban recientemente, la compañía ha patentado el diseño de un wearable, en forma de pulsera, que sería capaz de extraer sangre del cuerpo humano sin necesidad de utilizar agujas. Algo que se sumaría al intento fallido, ya que no han logrado tener la suficiente precisión según Aguilera, de las lentillas medidoras de glucosa.
En el ámbito wearable (tecnología vestible), también existe desde hace unos años Glucowatch, un reloj inteligente, que cuenta con la aprobación de la Agencia Americana del Medicamento (FDA en sus siglas en inglés), y que es capaz de medir, mediante un proceso conocido como inmunoelectroforesis, los niveles de glucosa a partir del líquidio intersticial que se encuentra debajo de la piel.
Eva Aguilera considera que, pese a tanta tecnología para la diabetes, todavía no hay ningún dispositivo tan preciso como los que requieren el habitual pinchazo. No obstante, se congratula de que "la tecnología ayude cada vez más a mejorar la calidad de vida y la autonomía de los pacientes diabéticos".