Un equipo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha creado unas estructuras magnéticas impresas en 3D cuyos movimientos se pueden controlar con las ondas de un imán y tienen el potencial de poder utilizarse para fabricar dispositivos biomédicos controlados magnéticamente que facilitarían determinadas operaciones quirúrgicas.
La colección de dispositivos que pueden manipularse magnéticamente incluye un anillo liso que se arruga, un tubo largo que se cierra, una hoja que se pliega y un "agarrador" tipo araña que puede arrastrarse, rodar, saltar y juntarse lo suficientemente rápido como para atrapar una pelota en movimiento.
Se podría colocar una estructura alrededor de un vaso sanguíneo para controlar el bombeo de sangre
Los expertos fabricaron las estructuras a partir de un nuevo tipo de tinta imprimible en 3D que fundieron con diminutas partículas magnéticas e instalaron un electroimán alrededor de la boquilla de una impresora tridimensional, lo que hizo que las partículas magnéticas giraran en una sola orientación a medida que la tinta pasaba a través de la boquilla. Al controlar la orientación magnética, los investigadores pueden producir estructuras y dispositivos que pueden cambiar casi instantáneamente a diversas formaciones, incluso moverse, a medida que las diversas secciones responden a un campo magnético externo.
Con respecto a las aplicaciones médicas, los especialistas destacan que se podría colocar una estructura alrededor de un vaso sanguíneo para controlar el bombeo de sangre, o usar un imán para guiar un dispositivo a través del tracto gastrointestinal para tomar imágenes, extraer muestras de tejido, eliminar un bloqueo o administrar ciertas drogas a un ubicación específica.
Los resultados de este estudio se han publicado en la revista Nature y en la propia web del MIT.