Un nuevo dispositivo llamadosoporte externo venoso (VEST) puede aumentar la longevidad y la durabilidad delinjerto de la vena safena, que se encuentra en la pierna, durante la cirugía de revascularización coronaria, según revela un nuevo ensayo realizado por el National Heart. Red de Ensayos Quirúrgicos Cardiotorácicos del Instituto de Pulmón y Sangre en colaboración con Mount Sinai Health System.
La fase inicial de la investigación, que es el primer ensayo aprobado por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para probar la eficacia de este dispositivo de apoyo, dará lugar a más estudios a largo plazo que pueden llevar a la aprobación del regulador estadounidense.
“Los injertos de venas tienen una durabilidad limitada, aproximadamente la mitad de ellos se cerrarán diez años después de la cirugía de derivación coronaria. Necesitamos encontrar una solución para mejorar los resultados de la cirugía y evitar que los pacientes tengan complicaciones y procedimientos repetidos”, explica el investigador principal John Puskas, presidente de Cirugía Cardiovascular en Mount Sinai Morningside.
El ensayo mostró que los injertos con VEST tenían cantidades de hiperplasia estadísticamente significativamente más bajas en comparación con los injertos sin VEST
VEST es un pequeño dispositivo hecho de una fina malla de alambre de cobalto-cromo que se coloca sobre un injerto de vena del tamaño de un lápiz. El soporte externo está diseñado para evitar que las venas se estiren bajo una presión más alta, lo que conduce a una mejor supervivencia de los injertos de venas y mejores resultados para los pacientes.
EFICACIA DE VEST
Para estudiar la eficacia de VEST, los investigadores realizaron un ensayo aleatorizado de pacientes en 17 centros de cirugía cardiovascular en Canadá y Estados Unidos entre enero de 2018 y febrero de 2019. Inscribieron a 224 pacientes programados para someterse a CABG con dos o más injertos de vena safena. Los pacientes fueron sus propios controles: para cada paciente, un injerto de vena se sostuvo con VEST y el otro injerto de vena o injertos no tuvo soporte externo.
Los investigadores utilizaron el grosor de la capa celular interna que recubre el injerto de vena como medida para determinar el éxito del ensayo. Para evaluar esto, colocaron un catéter dentro del injerto de vena y realizaron una ecografía intravascular doce meses después de la cirugía.
En total, 203 de los 224 pacientes regresaron para el angiograma de seguimiento de un año y la ecografía intravascular. Sin embargo, a 90 de ellos no se les realizó una ecografía intravascular para ambos injertos venosos, debido a injertos estrechos u otras razones técnicas, incluidos problemas con el catéter; para estos pacientes, los investigadores reemplazaron la información faltante con valores sustituidos de estimaciones basadas en datos ya recopilados de otros pacientes en el ensayo.
Los datos de estos 203 pacientes mostraron que VEST no redujo significativamente la hiperplasia de la íntima en los injertos de venas después de la cirugía de derivación coronaria, en comparación con los injertos de venas sin VEST. Pero cuando los investigadores hicieron el mismo tipo de análisis en el subconjunto de 113 pacientes que realizaron ecografías completas en injertos con VEST y sin VEST, los injertos con VEST tenían cantidades de hiperplasia estadísticamente significativamente más bajas en comparación con los injertos sin VEST.