Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en China han creado un dispositivo sin batería que podría allanar el camino para que una cóclea artificial ayude con la pérdida auditiva.
La cóclea, un componente del oído interno, convierte las ondas sonoras en impulsos eléctricos y el nuevo dispositivo realiza una función similar. El dispositivo consta de nanopartículas de titanato de bario dentro de un polímero conductor para formar un material piezo-triboeléctrico que genera una señal eléctrica cuando es movido y empujado por ondas de sonido.
Para muchas personas con problemas de audición, el problema puede radicar en el daño de los diminutos pelos de la cóclea que ayudan a convertir las ondas sonoras en una señal eléctrica que el cerebro puede reconocer e interpretar. Este daño suele ser irreversible y un dispositivo que se puede insertar o implantar en el oído puede ser la mejor opción para restaurar la audición. Esta situación ha inspirado a los investigadores a intentar desarrollar una cóclea artificial, pero actualmente tales dispositivos requieren una fuente de energía externa, como una batería, lo que significa que pueden ser voluminosos o requerir reemplazo.
La tecnología consiste en nanopartículas de titanato de bario recubiertas con dióxido de silicio, que los investigadores mezclaron en un polímero conductor
Para abordar esto, estos investigadores chinos han desarrollado un dispositivo piezo-triboeléctrico autoamplificado que puede allanar el camino para las cócleas artificiales del futuro. La tecnología consiste en nanopartículas de titanato de bario recubiertas con dióxido de silicio, que los investigadores mezclaron en un polímero conductor. Luego procesaron el material para que tuviera una consistencia similar a una esponja, lo que permitió que las nanopartículas se empujaran cuando las ondas de sonido golpeaban el material, lo que resultaba en una carga eléctrica.
La idea es que a medida que las ondas sonoras golpean el dispositivo en el oído, generará una carga eléctrica correspondiente que el cerebro puede interpretar. Para que el implante sea lo más útil posible, los investigadores lo diseñaron para que pudiera producir una señal eléctrica máxima a 170 hercios, que está dentro del rango de la voz de un adulto.
Hasta ahora, el equipo probó el dispositivo dentro de un modelo de oído reproduciendo una pieza musical y luego convirtiendo la señal eléctrica correspondiente generada por el dispositivo en un nuevo archivo de música. En este sentido, han informado de que la pieza de música era reconocible al reproducir el nuevo archivo de música, lo que sugiere que el dispositivo estaba convirtiendo con precisión los sonidos en una señal eléctrica.