Diversos estudios han demostrado que determinados fármacos de quimioterapia para curar el cáncer provocan efectos secundarios mentales, desde trastornos en la memoria hasta dificultades para concentrarse, unos efectos que se han denominado “quimiocerebro” o “quimioneblina” (Chamobrain en su traducción al inglés).
Tras probarlo en 242 personas, un equipo de investigadores de la Universidad de Sidney, en Australia, ha concluido que el uso de este videojuego durante 15 semanas mejoró notablemente la función cognitiva de los participantes, disminuyó la ansiedad y la depresión y mejoró la fatiga de los mismos. Además, la calidad de vida de los participantes mejoró pasados seis meses desde que se sometieron al tratamiento.
"Hasta donde sabemos, este es el mayor estudio de intervención cognitiva que ha demostrado un beneficio para los pacientes que están reportando persistentes síntomas cognitivos después de la quimioterapia", explica Victoria J. Bray, autora del estudio, que ha sido publicado en la revistaJournal of Clinical Oncology.
No obstante, los investigadores aseguran que aún han de evaluar en mayor profundidad el efecto del sistema, diseñado en un principio para que usuarios sanos entrenen sus capacidades cerebrales, y para calcular cuál debería ser la duración ideal y la "dosis" de entrenamiento cognitivo que requieren los pacientes para acabar con los efectos mentales de la quimioterapia.
El uso de este videojuego durante 15 semanas mejoró notablemente la función cognitiva de los pacientes, disminuyó la ansiedad y la depresión y mejoró la fatiga de los mismos
Para combatir estos problemas, una startup estadounidense ha lanzado una especie de videojuego que ayuda a la rehabilitación cognitiva de los pacientes tratados con quimioterapia. El sistema, llamado, BrainHQ, consiste en rastrear objetos en una pantalla y realizar una variedad de ejercicios de destreza mental que requieren una importante concentración para los pacientes.Tras probarlo en 242 personas, un equipo de investigadores de la Universidad de Sidney, en Australia, ha concluido que el uso de este videojuego durante 15 semanas mejoró notablemente la función cognitiva de los participantes, disminuyó la ansiedad y la depresión y mejoró la fatiga de los mismos. Además, la calidad de vida de los participantes mejoró pasados seis meses desde que se sometieron al tratamiento.
"Hasta donde sabemos, este es el mayor estudio de intervención cognitiva que ha demostrado un beneficio para los pacientes que están reportando persistentes síntomas cognitivos después de la quimioterapia", explica Victoria J. Bray, autora del estudio, que ha sido publicado en la revistaJournal of Clinical Oncology.
No obstante, los investigadores aseguran que aún han de evaluar en mayor profundidad el efecto del sistema, diseñado en un principio para que usuarios sanos entrenen sus capacidades cerebrales, y para calcular cuál debería ser la duración ideal y la "dosis" de entrenamiento cognitivo que requieren los pacientes para acabar con los efectos mentales de la quimioterapia.