La inyección de hidrogeles biodegradables mejora las posibilidades de supervivencia y evita abrir el tórax
Algunos tratamientos para contrarrestar los efectos de un ataque al corazón requieren cirugía para abrir el pecho. No obstante, la inyección de hidrogeles biodegradables mediante catéteres en el corazón de animales, que han sufrido un infarto que ha dañado y debilitado sus células cardíacas, es un tratamiento no invasivo que mejora sus posibilidades de supervivencia y evita la necesidad de abrir el tórax. Tras una modificación de los especialistas para conseguir mayor rigidez y durabilidad, el hidrogel, basado en ácido hialurónico con enlaces cruzados en sus cadenas de polímeros de consistencia gelatinosa, reparó las paredes cardíacas y limitó el aumento del tamaño del corazón de las ovejas, garantizando el bombeo de sangre y reduciendo las probabilidades de sufrir un fallo cardíaco.
Los científicos de la Universidad de Pennsylvania, liderados por Jason A. Burdick confían en poder trasladar la investigación a humanos para conseguir una terapia eficaz frente a este tipo de problemas.
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