Investigadores de Wake Forest están utilizando modelos "organoides" de tumores específicos para pacientes como una plataforma complementaria preclínica para evaluar mejor el tratamiento de inmunoterapia para el cáncer apendicular, uno de los cánceres más raros que afecta solo a 1 de cada 100.000 personas. Las inmunoterapias, también conocidas como terapias biológicas, activan el propio sistema inmunitario del cuerpo para controlar y eliminar el cáncer.
Estos investigadores han sido los primeros en crear organoides de cáncer de apéndice para usarlos como modelo predictivo de posibles opciones de tratamiento.
Concretamente, estos organoides son parte del sistema 'Body-on-a-Chip' que permite a los científicos diseñar los organoides, que funcionan de una manera muy similar a los tejidos y órganos humanos reales.
Según los datos de este nuevo estudio, varios tipos de inmunoterapias probadas en los organoides pueden apoyar potencialmente las decisiones de tratamiento y pueden lograr resultados personalizados, identificando tratamientos beneficiosos al tiempo que preservan a los pacientes de los efectos secundarios dañinos de los fármacos.
Las inmunoterapias, también conocidas como terapias biológicas, activan el propio sistema inmunitario del cuerpo para controlar y eliminar el cáncer
"Para este estudio reconstruimos los tumores de los pacientes como organoides, sobrealimentados con un sistema inmunológico incorporado obtenido directamente del paciente", han explicado los investigadores, detallando que de esta manera, "creamos una interfaz personalizada para estudiar qué tan efectivos son los medicamentos de inmunoterapia en la activación del propio sistema inmunológico de un paciente para matar el cáncer. Esta plataforma está abriendo nuevos caminos para el cáncer de apéndice, y también se puede aplicar en la investigación de otros cánceres raros donde faltan modelos preclínicos".
Las células de biopsias del tumor a partir de 26 pacientes fueron obtenidas para crecer los organoides. Así, los organoides aumentados inmunes del tumor fueron tratados con uno de tres fármacos de la inmunoterapia y después evaluados para la sensibilidad.
MEJOR TRATAMIENTO
"En el futuro, al verificar que el tumor y sus organoides se comportan de la misma manera, podríamos modificar el diseño de los ensayos clínicos y optimizar el coste al dirigirnos a pacientes con organoides que han exhibido resultados favorables", han declarado.
Las estrategias actuales para entender la progresión tumoral se centran en los análisis de las células tumorales de forma aislada, pero no capturan las interacciones entre un tumor y su espacio circundante, conocido como microambiente o estroma. Esto lleva a las inexactitudes en predecir la progresión del tumor y la respuesta de la quimioterapia o de la inmunoterapia.
Ahora, los organoides tumorales derivados de pacientes se utilizan como plataforma de prueba y predicción para modelar enfermedades, evaluar la eficacia y/o toxicidad de fármacos nuevos y existentes.
"El uso de los organoides como una plataforma preclínica puede conducir al desarrollo de nuevas terapias que se dirigen y controlan las células tumorales específicamente, preservando el tejido sano de los efectos secundarios de los tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia", han subrayado los investigadores.