Investigadores de la Universidad George Washington y la Universidad Northwestern han desarrollado una nueva clase de dispositivos blandos que pueden proporcionar una nueva funcionalidad para los catéteres utilizados en procedimientos cardíacos.
Concretamente, los nuevos materiales son componentes electrónicos blandos, que incluyen sensores y actuadores extensibles, que cuando se aplican a la superficie de un sistema de catéter, podrían ayudar enormemente a diagnosticar y tratar afecciones cardíacas.
La terapia con catéter para afecciones como las arritmias cardíacas está bien establecida. Sin embargo, los catéteres actuales son bastante rígidos y no se adaptan particularmente bien a los tejidos blandos en los que se utilizan. Esto hace que sea difícil evaluar y tratar dichos tejidos de manera integral y requiere un esfuerzo y tiempo significativos para mover el catéter durante un procedimiento.
Los catéteres existentes también pueden realizar solo un número limitado de funciones, lo que significa que pueden ser necesarios varios tipos diferentes de catéteres durante el mismo procedimiento.
El nuevo catéter contiene componentes electrónicos blandos, como sensores de temperatura y presión, que le permiten analizar el tejido a su alrededor
Para abordar estos problemas, estos investigadores han desarrollado un nuevo tipo de catéter que se adapta bien a los tejidos blandos, lo que facilita el acceso y el tratamiento de las afecciones cardíacas y reduce significativamente el tiempo requerido para cada procedimiento. Además, el nuevo catéter contiene componentes electrónicos blandos, como sensores de temperatura y presión, que le permiten analizar el tejido a su alrededor.
Estos sensores permiten a los médicos medir los parámetros electrofisiológicos del tejido en contacto, algo que es particularmente útil en el corazón. Por ejemplo, los sensores podrían ayudar a localizar el tejido que está causando una arritmia.