La posibilidad de que las futuras madres puedan ver en tiempo real y en cualquier momento a sus bebés y controlar así su salud durante el embarazado ya casi es un hecho. Y es que, una startup israelí está en la etapa final de desarrollo de un dispositivo de ultrasonido de mano que permitirá a las mujeres embarazadas controlar la salud de su bebé utilizando solo un teléfono inteligente.
PulseNmore es el nombre de la compañía responsable de esta idea que asegura que su dispositivo se puede conectar a cualquier teléfono inteligente, mostrando las imágenes en su pantalla y enviándolas al médico personal de la mujer embarazada para su revisión.
Según medios internacionales, este invento podría revolucionar las pruebas de ultrasonido y la frecuencia con la que las mujeres embarazadas controlan la evolución de sus hijos antes de nacer. De hecho, esto sería especialmente útil en aquellos países donde las mujeres se someten a 6-8 pruebas en promedio a lo largo del embarazo.
"Es un dispositivo con el único propósito de calmar a la mujer, darle la oportunidad de ver a su bebé y entender que todo va bien"
"Este nuevo sistema ofrece una gran ventaja, que es el efecto tranquilizador que genera", ha asegurado Israel Meisner, jefe de la unidad de ultrasonido obstétrico del Centro Médico Rabin en Petah Tikva, en Israel, quién también ha apuntado que "las mujeres a veces no notan movimientos, así que llaman a su médico y se les pide que acudan a urgencias. Pero con este dispositivo, existe la opción de poner el smartphone sobre el abdomen y ver al bebé".
Sin embargo, Elazar Sonnenschein, cofundador de PulseNmore, ha explicado que "la idea es utilizarlo sólo cuando sea necesario, cuando hay ansiedad". El dispositivo aún está en proceso de aprobación por parte de autoridades sanitarias de distintas partes del mundo, aunque ya ha sido aprobado con éxito en Estados Unidos.
Desde la compañía han señalado que cuando esté en el mercado, "el dispositivo podrá ser utilizado para hasta 25 controles de ultrasonido y se venderá por unos 190 dólares (161 euros)".
En definitiva, Meisner ha querido dejar claro "esto no es una ecografía para comprobar si el feto tiene problemas", sino que "es un dispositivo con el único propósito de calmar a la mujer, darle la oportunidad de ver a su bebé, conectarse con él cuando se siente estresada y entender que todo va bien".