Un nuevo estudio ha revelado cómo un pequeño biosensor insertable puede emitir señales de diagnóstico que pueden ser detectadas por escáneres de ultrasónico comunes.
Desarrollado en la Universidad de Monash (Australia) y en el Instituto Baker IDI para el Corazón y la Diabetes (Australia), los sensores de nanopartículas sólidas están diseñados para alterar su rigidez en respuesta a los cambios de pH.
Precisamente, el biosensor transmite los datos medidos modificando las señales de exploración de contraste de ultrasonido. Los sensores están hechos de un núcleo de sílice (SiO2) recubierto con ácido polimetacrílico sensible al pH (PMASH) en un enfoque capa por capa, supervisado a través de microscopía electrónica de barrido y láser de transmisión confocal. El sensor se cubre con una capa de organosílica porosa.
El biosensor transmite los datos medidos modificando las señales de exploración de contraste de ultrasonido
Posteriormente, los investigadores confirmaron la contracción e hinchazón dependiente del pH de la capa PMASH, demostrando con éxito que la reducción del pH por debajo de los niveles fisiológicos saludables dio lugar a aumentos significativos en el contraste de ultrasonido, medido en fantasmas de gel, tejido de cadáver de ratón y en ratones vivos.
Según los investigadores, los marcadores más complejos, como el oxígeno (como indicador de lesión por accidente cerebrovascular) o las proteínas relacionadas con la enfermedad también podrían detectarse en el futuro a través de biomarcadores de ultrasonido similares.