Una aguja de bajo espacio muerto podría ahorrar, potencialmente, una cantidad significativa del contenido de un vial, lo que podría ayudar a la vacunación masiva contra el coronavirus.
Concretamente, esta nueva aguja diseñada por TSK Laboratory reduce el espacio muerto promedio a 14 microlitros, en comparación con una aguja convencional, que tiene un espacio muerto promedio de aproximadamente 45 microlitros. Una estimación conservadora muestra que el uso de la aguja de espacio muerto podría generar un ahorro de 20 microlitros por dosis, mientras que un cálculo optimista sugiere que se pueden ahorrar 40 microlitros.
Esto representa un ahorro del 4 al 8%, asumiendo que una dosis típica de vacuna es de 0,5 mililitros. Además, al mantener el espacio muerto lo más bajo posible, se puede administrar la dosis completa de vacuna indicada con cada inyección.
Una estimación conservadora muestra que el uso de la aguja de espacio muerto podría generar un ahorro de 20 microlitros por dosis
Así, el uso de la aguja con espacio muerto significa que se desperdicia menos vacuna, se reducen los costes y se inyecta la dosis correcta de la vacuna.
“Actualmente se habla mucho sobre el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19, pero se dice muy poco sobre cómo se inyectará la vacuna cuando esté disponible. Esto es especialmente crítico cuando se trata de programas de vacunación masiva”, ha indicado Doris de Beer, directora general de TSK Laboratory Europa.
“La crisis de la COVID-19 no tiene precedentes en la historia moderna y nos afecta a todos. Nosotros, las personas, los gobiernos y las empresas, debemos trabajar juntos para combatir esta crisis”, ha añadido.
Las vacunas, como la mayoría de los demás medicamentos inyectables, deben ser envasados en viales de vidrio de borosilicato estériles que sean impermeables a los gases corruptores como el oxígeno que, incluso los plásticos de alta calidad no pueden evitar durante más de unos minutos.