Investigadores de la Oregon Health & Science University (OHSU), en la ciudad estadounidense de Portland, han desarrollado un nuevo método de diagnóstico por imágenes que permitirá medir el estado de salud de la placenta, lo que podría beneficiar a los profesionales sanitarios en la identificación de complicaciones en las primeras etapas del embarazo.
El estudio, publicado recientemente en la revista científica PLOS One, empleó imágenes de resonancia magnética que, según los impulsores del mismo, podrían replicarse en todo tipo de escáneres modernos. A través de un análisis rápido de datos, identificaron las ventajas que puede suponer el uso de este tipo de imágenes a los médicos.
Los investigadores recopilaron datos de más de 300 mujeres embarazadas e identificaron que las resonancias ofrecían una visión más detallada que una ecografía
La codirectora de la investigación y profesora asociado de investigación en la División de Ciencias del Desarrollo y la Reproducción del Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón de la OHSU, VictoriaRoberts, calificó de “emocionante” que este hallazgo “haya identificado una forma más efectiva de detectar complicaciones en las primeras etapas del embarazo, para que los médicos puedan brindar la mejor atención a la madre y al bebé en desarrollo”.
Junto a Roberts, el estudio fue codirigido por AntonioFrías, profesor de Obstetricia y Ginecología en la Facultad de Medicina de la OHSU. Ambos lideraron un equipo de investigadores con el que exploraron si una resonancia magnética podría proporcionar a los médicos “una visión más detallada de la salud de la placenta que la ecografía tradicional” y detectar así anomalías placentarias durante la gestación.
Para ello recopilaron datos de un total de 316 mujeres embarazadas en dos espacios, tanto en la OHSU como en el Centro de Servicios de Salud de la Universidad de Utah. Entre ellas, se incluyeron personas consideradas de bajo y alto riesgo de complicaciones del embarazo.
NIVEL DE OXÍGENO EN SANGRE
El equipo de investigación de OHSU desarrolló y validó un protocolo de resonancia magnética ideado para detectar una señal en la sangre que está relacionada con el contenido de oxígeno. Conocida como lectura o mapeo T2*, los valores obtenidos ofrecen información clave sobre la disponibilidad de oxígeno y el flujo sanguíneo placentario.
La identificación de oxígeno en sangre es "clave para el crecimiento y desarrollo fetal", de modo que si los valores se desvían del rango normal, "algo podría estar mal"
Los investigadores subrayan cómo el oxígeno es “clave para el crecimiento y desarrollo fetal”, de forma que si estos valores T2* se desvían del rango normal, “algo podría estar mal”. Por ejemplo, podrían indicar un problema relacionado con el suministro de oxígeno a la sangre materna, un complicado transporte placentario o el empleo de oxígeno por parte del feto.
Inicialmente, se trató de analizar lo que habitualmente ocurre durante el curso de un embarazo sin complicaciones. Así, las participantes se sometieron a tres estudios de resonancia magnética durante las semanas 10 a 40 del embarazo. A continuación, estudiaron cómo los equipos de resonancia podían identificar complicaciones durante la gestación mediante lecturas de T2*.
Estos procesos dieron como resultado la importancia de los datos que se obtienen entre las semanas 10 y 20 de embarazo, pudiendo ser efectivos para identificar embarazos de riesgo. Igualmente, la rapidez en la obtención de estadísticas da muestras de que sería fácil extenderlo a los entornos de atención prenatal en el resto del mundo.