Los médicos que tratan las infecciones por coronavirus tienen un nuevo diagnóstico que podría ayudar a identificar a los pacientes con riesgo de insuficiencia orgánica.
Concretamente, los investigadores han descubierto una presencia inusual de agregación plaquetaria excesiva, un indicador temprano de trombosis microvascular en cerca del 90% de los pacientes.
“La gente sabía por los datos de la autopsia que la trombosis microvascular multiorgánica es un factor en las muertes relacionadas con la COVID-19, pero se desconocía la fisiología subyacente con respecto a los agregados plaquetarios y la morfología”, han explicado, al tiempo que han asegurado que “ahora tienen una nueva tecnología que combina hardware de imágenes rápido con análisis de datos para medir y caracterizar la distribución de la morfología plaquetaria a partir de muestras de sangre de pacientes con COVID-19”.
Las características de la imagen informática permitieron al equipo cuantificar plaquetas individuales y agregados de plaquetas. Un aumento en los agregados de plaquetas se correlacionó con el empeoramiento del estado del paciente; además, encontraron fuertes vínculos entre la concentración de agregados plaquetarios y la gravedad, mortalidad, afección respiratoria y nivel de disfunción del endotelio vascular de los pacientes del estudio.
La tecnología genera datos en cuestión de horas y potencialmente podría permitir que el personal médico determine los pacientes en riesgo de problemas relacionados con la microtrombosis
La tecnología genera datos en cuestión de horas y potencialmente podría permitir que el personal médico determine los pacientes en riesgo de problemas relacionados con la microtrombosis.
“Si hay que mirar una cosa en lo que respecta a las plaquetas, hasta ahora la concentración agregada parece ser el indicador clave del riesgo de trombosis de un paciente y sus complicaciones”, han añadido. El equipo planea continuar con esta línea de investigación, expandiendo el análisis computacional a otros aspectos de las imágenes.
“Necesitaremos este tipo de mediciones en el futuro, para monitorear la progresión de la enfermedad, estudiar las complicaciones de la COVID-19 a largo plazo y desarrollar y probar medicamentos que puedan prevenir la formación de coágulos de sangre en primer lugar”, han subrayado.
Por el momento, la fusión de la medicina, la ingeniería de hardware, las imágenes ópticas, el modelado matemático y la ciencia de datos ha fortalecido la confianza de los profesionales médicos en su capacidad para mejorar los resultados de los pacientes con COVID-19.