La electrónica médica inalámbrica se ha convertido en una herramienta integral terapéutica y de diagnóstico en sanidad para una variedad de aplicaciones, por ejemplo, en los recientemente implantados marcapasos que ofrecen una alternativa al quirófano a las personas con problemas cardiacos. Sin embargo, generalmente no están diseñados para residir durante períodos prolongados de tiempo dentro del cuerpo. Científicos del Brigham and Women's Hospital de Boston, del Massachusetts Intitute of Technology y la organización sin ánimo de lucro Draper Laboratory trabajan en un sistema inalámbrico para recargar los implantes electrónicos milimétricos colocados dentro del tracto gastrointestinal.
Actualmente, las baterías son la fuente de energía más utilizada para la mayoría de los implantes, pero tienen desventajas como un mayor volumen y una posible incompatibilidad con la lesión de la mucosa del intestino. Además de eso, su vida útil es limitada.
Ya existe también una tecnología inalámbrica que se utiliza para alimentar implantes que se encuentran cerca de la superficie. Es el caso, por ejemplo, de los implantes cocleares, utilizados para transformar las señales acústicas en señales eléctricas y estimular el nervio auditivo. En cambio, esa tecnología no funciona con campos que se encuentran en un lugar más profundo dentro del cuerpo.
Esta técnica se basa en un enfoque de transmisión de acoplamiento en el centro del campo, que utiliza frecuencias más altas que las tecnologías de campo cercano, transmitiendo con éxito suficiente energía de una antena externa a una dentro del implante para alimentar varios sensores, algunos de los cuales pueden incluir analizadores de gas, termómetros , y medidores de frecuencia cardiaca. La potencia transmitida es suficiente para energizar los implantes, manteniendo, sin embargo, el nivel de radiación que emite por debajo de límites de seguridad aceptables.
Las baterías que se utilizan habitualmente son de gran tamaño y tienen un vida limitada
El equipo de investigación ha publicado en la revista Scientific Reports sobre cómo fueron capaces de crear y de poner en marcha de forma inalámbrica un dispositivo milimétrico electrónico probado con éxito en cinco cerdos. Actualmente, las baterías son la fuente de energía más utilizada para la mayoría de los implantes, pero tienen desventajas como un mayor volumen y una posible incompatibilidad con la lesión de la mucosa del intestino. Además de eso, su vida útil es limitada.
Ya existe también una tecnología inalámbrica que se utiliza para alimentar implantes que se encuentran cerca de la superficie. Es el caso, por ejemplo, de los implantes cocleares, utilizados para transformar las señales acústicas en señales eléctricas y estimular el nervio auditivo. En cambio, esa tecnología no funciona con campos que se encuentran en un lugar más profundo dentro del cuerpo.
Esta técnica se basa en un enfoque de transmisión de acoplamiento en el centro del campo, que utiliza frecuencias más altas que las tecnologías de campo cercano, transmitiendo con éxito suficiente energía de una antena externa a una dentro del implante para alimentar varios sensores, algunos de los cuales pueden incluir analizadores de gas, termómetros , y medidores de frecuencia cardiaca. La potencia transmitida es suficiente para energizar los implantes, manteniendo, sin embargo, el nivel de radiación que emite por debajo de límites de seguridad aceptables.