La insuficiencia cardíaca se produce cuando el músculo del corazón no bombea sangre tan bien como debería hacerlo. Determinadas afecciones, como las arterias estrechadas en el corazón (enfermedad de las arterias coronarias) o la presión arterial alta, dejan gradualmente el corazón demasiado débil o rígido como para llenarse y bombear de forma eficaz. Por ello, la insuficiencia cardíaca es uno de los mayores retos para la salud pública y causa de muerte en el mundo.
En España, más de 8.000 pacientes se han beneficiado de un trasplante cardíaco desde la primera intervención de este tipo que se hizo en 1984, en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en Barcelona. De ahí, a los últimos datos publicados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que ha contabilizado en 304 el total de trasplantes de este tipo realizados en España durante 2017, un 8% más respecto al año anterior.
Además de estos crecientes datos, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha observado como en la última década se han empleado otros sistemas como alternativas al trasplante para aquellos pacientes que, debido a su gravedad, precisan una solución con urgencia y no pueden permanecer en listas de espera.
Este corazón artificial también crea un flujo sanguíneo que imita el pulso humano natural, reduciendo el daño sanguíneo y el riesgo de coagulación de la sangre
Después de los avances que se han ido sucediendo a lo largo de los años en torno a los trasplantes de corazón, ahora médicos, ingenieros e investigadores de la universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, han desarrollado un dispositivo para reemplazar de forma permanente corazones humanos defectuosos en la mayoría de los adultos y niños de diez año de edad o más.
Según ha informado el centro universitario, este nuevo dispositivo se caracteriza por tener un diseño muy simple y está destinado a sustituir los dos ventrículos por un tubo de titanio que contiene una varilla hueca recubierta de aleación de titanio, que se desplaza hacia adelante y hacia atrás. Así, este movimiento de ida y vuelta es el que hace que la sangre se mueva a los pulmones para que pueda tomar oxígeno y luego envía la sangre rica en oxígeno resultante a todo el cuerpo.
Precisamente, el aparato está alimentado por un dispositivo controlador y un paquete de baterías recargables que los usuarios pueden llevar en un bolsillo o una mochila, o colocarse en un cinturón y que, más adelante, puede implantarse bajo la piel y recargarse desde el exterior. No tiene válvulas y su varilla hueca interior está suspendida con cojinetes hidrodinámicos, lo que significa que nunca toca el tubo dentro del cual se mueve.
Este corazón artificial también crea un flujo sanguíneo que imita el pulso humano natural, reduciendo el daño sanguíneo, el riesgo de coagulación de la sangre y algunas de las complicaciones, como el sangrado gastrointestinal y el accidente cerebrovascular.
PRÓTESIS CARDÍACA CON BOMBAS MINIATURIZADAS
Paralelamente, la compañía francesa Carmat está trabajando en otro dispositivo médico para tratar la fase terminal de la insuficiencia cardíaca que afecta a los dos ventrículos, y para la que el trasplante de corazón sigue siendo el único tratamiento alternativo eficaz. En concreto, este otro dispositivo es una prótesis cardíaca con unas bombas miniaturizadas que imitan las dos etapas del latido natural.
Este corazón, según ha informado la compañía, cuenta con cuatro válvulas, dos ventrículos, unas bombas miniaturizadas que empujan la sangre y el fluido hidráulico del mecanismo y un dispositivo electrónico que regular el flujo, en base a los datos medidos por unos sensores de presión.