Los sensores portátiles están evolucionando desde relojes y electrodos hasta dispositivos flexibles que brindan mediciones biométricas mucho más precisas y comodidad para los usuarios.
Ahora, un equipo internacional de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, el Instituto de Tecnología de Harbin en China y algunas otras instituciones chinas, ha llevado la evolución un paso más allá al imprimir sensores directamente en la piel humana sin el uso de calor.
Según informan desde la Universidad Estatal de Pensilvania, los investigadores desarrollaron previamente placas de circuitos impresos flexibles para su uso en sensores portátiles, pero la impresión directamente sobre la piel se ha visto obstaculizada por el proceso de unión de los componentes metálicos del sensor. Este proceso, denominado sinterización, normalmente requiere temperaturas de alrededor de 572 grados Fahrenheit (300 grados Celsius) para unir las nanopartículas de plata del sensor.
Los sensores portátiles están evolucionando desde relojes y electrodos hasta dispositivos flexibles que brindan mediciones biométricas mucho más precisas y comodidad para los usuarios
Para abordar esta problemática, los investigadores partieron en busca de una capa de sinterización, que bajaría la temperatura requerida para sinterizar las nanopartículas de plata.
''La capa de ayuda a la sinterización a temperatura ambiente consta de pasta de alcohol polivinílico, el ingrediente principal de las mascarillas faciales pelables, y carbonato de calcio, que contiene cáscaras de huevo. La capa reduce la rugosidad de la superficie de impresión y permite una capa ultrafina de patrones metálicos que se pueden doblar y doblar manteniendo las capacidades electromecánicas. Cuando se imprime el sensor, los investigadores utilizan un soplador de aire, como un secador de pelo en frío, para eliminar el agua que se utiliza como disolvente en la tinta'', explican desde la Universidad Estatal de Pensilvania.
Los sensores son capaces de capturar de forma precisa y continua la temperatura, la humedad, los niveles de oxígeno en sangre y las señales de rendimiento cardíaco. Los investigadores también vincularon los sensores corporales a una red con capacidades de transmisión inalámbrica para monitorear la combinación de señales a medida que avanzan.