Un equipo de científicos de la Universidad de Leeds ha diseñado unrobot mecánico con tentáculos de solo 2 milímetros de diámetro capaz de explorar los pulmones e introducirse incluso en los huecos más reducidos de los bronquios.
Con él, se podrá tomar muestras de lugares prácticamente inaccesibles y también administrar fármacos, como la quimioterapia justo en el lugar donde la necesitan. También se espera que el dispositivo ayude a los médicos a diagnosticar y tratar diversas enfermedades pulmonares.
En la actualidad, se usa un broncoscopio para investigar los pulmones, pero este no puede pasar por las vías respiratorias muy estrechas sin un accesorio de catéter adicional, y que termina siendo un procedimiento complicado.
Esta nueva tecnología se controla de forma autónoma mediante imanes externos montados en brazos robóticos y no requiere imágenes de rayos X durante el procedimiento.
UN ROBOT MINÚSCULO
Además de que el robot está compuesto por una serie de cilindros interconectados de 2 milímetros de diámetro, como el catéter que se introducía en el broncoscopio, en total tiene 80 milímetros de longitud, pero gracias al material elastomérico del que está compuesto, es muy flexible y suave, de modo que cada segmento puede articularse de forma prácticamente independiente.
Asimismo, el material está recubierto de pequeñas partículas magnéticas que son las que permiten que se pueda manejar desde fuera, ya que para guiarlo se usarán unos imanes montados sobre brazos robóticos. Esto permite guiar el dispositivo de forma personalizada para cada paciente.
“Un robot o catéter de tentáculo magnético que mida 2 milímetros y cuya forma se pueda controlar magnéticamente para adaptarse a la anatomía del árbol bronquial y puede llegar a la mayoría de las áreas del pulmón, y sería una herramienta clínica importante en la investigación y el tratamiento de un posible cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares”, dijo Pietro Valdastri, investigador involucrado en el estudio. “Nuestro aparato utiliza un sistema de guía magnético autónomo que elimina la necesidad de que los pacientes sean radiografiados mientras se realiza el procedimiento”.
En este contexto, el sistema pretende ser completamente autónomo y se calcula de antemano una secuencia de movimiento para los imanes externos en función de los datos de escaneo del paciente. Esto tiene la ventaja de que no requiere que el personal médico tenga que lidiar con un broncoscopio, pero también elimina la necesidad de imágenes de rayos X durante el procedimiento en sí, lo que evita la exposición a la radiación y las molestias tanto para los pacientes como para los médicos.
Hasta ahora, los investigadores han probado el sistema como prueba de concepto, utilizando un modelo del árbol bronquial, pero los próximos pasos implicarán probarlo en cadáveres, antes de los primeros ensayos en humanos.