La diabetes es una de las enfermedades que afecta a mayor número de personas en todo el mundo. Según datos del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes, son 537 millones los que la padecen en todo el mundo, 5 millones de las cuales están en España. Esto nos convierte en el segundo país europeo en prevalencia de esta patología crónica (afecta al 14,8% de la población), tan solo superados por Alemania.
Pero es que, además, el 40% de laspersonas con diabetesmellitus tipo 2 desarrollan una enfermedad renal crónica (ERC), una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes y la causa más común de insuficiencia renal que requiere diálisis. Y, dado que no suele presentar síntomas en las fases iniciales, a menudo sólo se reconoce cuando el deterioro de la función renal ya está muy avanzado.
Es por ello que la Medical University of Viena ha creado una herramienta que permite realizar estimaciones con hasta cinco años de antelación para así poder tomar medidas preventivas a tiempo. Se trata de un proyecto de investigación internacional dirigido por Rainer Oberbauer (jefe de la División de Nefrología y Diálisis del Departamento de Medicina III de la mencionada MedUni Viena) y Mariella Gregorich (miembro del Centro de Ciencia de Datos Médicos de la universidad austriaca).
Para su realización, incluyeron 13 valores -recopilados de forma rutinaria- de 4.637 personas de entre 18 y 75 años con diabetes tipo 2, una función renal de leve a moderadamente alterada y una TFGe (Tasa de Filtración Glomerular, el valor más importante para controlar y evaluar la función renal y que consiste en un análisis de sangre que evalúa el funcionamiento los riñones) igual o superior a 30 ml/min/1,73 m². Los valores utilizados como predictores fueron los siguientes: TFGe, edad, sexo, índice de masa corporal, tabaquismo, hemoglobina A 1c [mmol/mol y porcentaje], niveles de hemoglobina y colesterol sérico, presión arterial media, albúmina urinaria, índice de creatinina, ingesta de medicamentos para reducir la glucosa, presión arterial y lípidos.
El modelo ya se está preparando para su uso clínico
Dichos datos se recogieron entre febrero de 2010 y diciembre de 2019 a través de 3 estudios de cohortes multinacionales prospectivos: PROVALID (Estudio de cohorte prospectivo en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 para la validación de biomarcadores), GCKD ( German Chronic Kidney Disease) y DIACORE (Diabetes Cohorte). Finalmente, los resultados se analizaron entre el 30 de junio de 2021 y el 31 de enero de 2023.
Así, y partiendo de estos resultados "basados en métodos estadísticos probados", el equipo de investigación de la Medical University of Viena ha desarrollado un modelo predictivo que ya se está preparando para su uso clínico. "La fuerza de nuestro estudio, en comparación con investigaciones anteriores sobre el tema, radica no sólo en la metodología refinada, sino también en la gran cantidad de datos. Esto nos permite tener un alto nivel de confianza en nuestros hallazgos", comenta Mariella Gregorich.
"De esta manera, la herramienta de predicción demuestra ser fiable y capaz de predecir una disminución de la función renal basada en la tasa de filtración glomerular durante los cinco años posteriores a su comienzo", explica la investigadora. "Nuestra herramienta de predicción puede ayudar en la monitorización continua de la progresión de la enfermedad y permitir la identificación de pacientes con un mayor riesgo de empeoramiento de la función renal en los próximos años", añade su compañero, Rainer Oberbauer.
El estudio, sin embargo, también ha concluido que la evolución individual depende de otros factores aún desconocidos. La investigación completa, cuyo título en español es 'Desarrollo y validación de un modelo de predicción para la futura tasa de filtración glomerular estimada en personas con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica', se puede encontrar en la revista especializada JAMA Network Open.
EN 2030 LA DIABETES SERÁ LA SÉPTIMA CAUSA DE MUERTE EN EL MUNDO
Actualmente la diabetes enfrenta importantes desafíos, ya que en 2030 será la séptima causa de muerte en el mundo según previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los problemas parten de su diagnóstico, ya que solo en nuestro país hay cerca de 1,5 millones de personas que desconocen que tienen esta patología; pero también en el retraso en la detección, principalmente en el caso de las mujeres; en el peso de condicionantes externos como el nivel educativo o el lugar donde vive el paciente; o en el control de factores de riesgo como la obesidad infantil o la dieta.
Sin embargo, dentro de poco los pacientes tendrán acceso a la insulina de administración semanal, lo que implica reducir el número de inyecciones y pinchazos que sufren cada día. “También se están desarrollando fármacos que no solo permiten controlar los niveles de azúcar en sangre, sino que también reducen el peso de estos pacientes, con lo que disminuyen los riesgos cardiovasculares", explicó a ConSalud.es el Dr. Ezequiel Arranz, coordinador del Grupo de Trabajo de diabetes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).