Investigadores de la Universidad de California en Riverside han desarrollado un filtro de nanofibras que es muy eficaz para eliminar los aerosoles de coronavirus del aire.
Y es que, como fuente importante de transmisión de COVID-19, los aerosoles representan una amenaza constante. Se están desarrollando tecnologías para eliminar aerosoles del aire en edificios o como parte de equipos de protección personal para la lucha a largo plazo contra COVID-19. Este último material contiene poros diminutos, de apenas micrómetros de tamaño, y es muy eficaz para capturar aerosoles.
“Nuestro trabajo es el primer estudio que utiliza aerosoles de coronavirus para evaluar la eficiencia de filtración de mascarillas faciales y filtros de aire”, ha explicado uno de los investigadores, al tiempo que ha destacado que "estudios anteriores han utilizado sustitutos de solución salina, perlas de poliestireno y bacteriófagos, un grupo de virus que infectan bacterias".
El electrohilado imparte una carga eléctrica a las fibras, lo que puede aumentar su capacidad para capturar aerosoles
Los investigadores han desarrollado un nuevo filtro hecho con fibras electrohiladas que son aproximadamente 167 veces más delgadas que un cabello humano. La red de fibras incluye poros diminutos que tienen solo un par de micrómetros de ancho. El electrohilado imparte una carga eléctrica a las fibras, lo que puede aumentar su capacidad para capturar aerosoles. Sin embargo, aunque los poros son pequeños, el material es muy poroso, lo que debería facilitar la respiración.
Para probar el nuevo material, el equipo lo comparó con mascarillas quirúrgicas y de algodón, y una polaina de cuello, en términos de su capacidad para capturar aerosoles cargados de coronavirus. La polaina y la mascarilla de algodón eliminaron entre el 45% y el 73% de los aerosoles, y la mascarilla quirúrgica eliminó hasta el 98%, pero ninguno funcionó tan bien como el nuevo material electrohilado, que eliminó el 99,9%.