Investigadores de la Universidad de Purdue han desarrollado un dispositivo portátil que puede administrar gas ozono antibacteriano a heridas crónicas para ayudar a desinfectarlas.
Concretamente, la tecnología podría permitir a las personas desinfectar heridas crónicas en el hogar y sería útil en los casos en que las heridas hayan sido colonizadas por bacterias resistentes a los medicamentos y no respondan a la terapia con antibióticos.
Este tipo de heridas pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida, la movilidad y la capacidad para trabajar. En muchos casos, las heridas crónicas no se pueden curar porque están infestadas de bacterias resistentes a los medicamentos que no se pueden erradicar con antibióticos.
El parche está conectado a un tubo que se conecta a un generador de ozono, que funciona con una batería
Además, estas bacterias pueden formar una biopelícula, que es una colección viscosa de millones de bacterias individuales y una matriz secretada, en la superficie de tales heridas. Las biopelículas protegen a las bacterias, haciéndolas aún más difíciles de erradicar.
Una opción es usar gas ozono para desinfectar la superficie de tales heridas, dándoles una mejor oportunidad de curar. Sin embargo, en la actualidad dicho tratamiento debe realizarse con un equipo especializado, por lo que los pacientes deben desplazarse a un hospital o clínica cada vez que quieran hacer uso de él.
Por ello, para abordar esto, el equipo de Purdue desarrolló un dispositivo generador de ozono portátil que los pacientes pueden aplicar a su herida para desinfectar en casa.
El sistema incluye un parche flexible que permite que el gas ozono se difunda sobre el lecho de la herida. El parche está conectado a un tubo que se conecta a un generador de ozono, que funciona con una batería. Una vez encendido, el dispositivo proporciona un flujo constante de ozono, que mata las bacterias presentes en la herida al oxidar las células bacterianas y romperlas. Todo el sistema es pequeño y asequible.