Sobre la base de la promesa de terapias emergentes para desplegar las células inmunitarias "asesinas naturales" del cuerpo para combatir el cáncer, los investigadores del Centro Oncológico Rogel de la Universidad de Michigan y la Facultad de Ingeniería de la UM han ido un paso más allá.
Concretamente, ahora, han desarrollado lo que se cree que es la primera forma sistemática de atrapar células asesinas naturales y hacer que liberen paquetes que matan el cáncer llamados exosomas. Estos exosomas a nanoescala son miles de veces más pequeños que las células asesinas naturales, o células NK para abreviar, y por lo tanto, pueden penetrar mejor las defensas de las células cancerosas.
Un estudio de prueba de concepto en muestras de sangre de cinco pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas demostró que el enfoque fue capaz de capturar células asesinas naturales en un chip de microfluidos y usarlas para "cultivar" los exosomas NK.
El sistema también tiene potencial para ayudar a diagnosticar y monitorear el cáncer
El equipo multidisciplinario demostró además que los exosomas podían matar eficazmente las células tumorales circulantes en cultivos celulares, según los hallazgos publicados en Advanced Science.
En comparación con las células NK, los exosomas NK son más estables y más fáciles de modificar con fines terapéuticos. El sistema también tiene potencial para ayudar a diagnosticar y monitorear el cáncer, señala el estudio.
Aprovechar el poder de las células NK ha presentado durante mucho tiempo una posibilidad tentadora para los investigadores. A diferencia de las células T, las células NK no tienen que ser preparadas por antígenos específicos de invasores para luchar contra los intrusos.