La diabetes es un desorden metabólico crónico que se produce debido a que el páncreas sufre una disfunción, no genera cantidad suficiente de insulina aumentando los niveles de glucosa en sangre.
Cuando una persona es diagnosticada de diabetes, debe tener en cuenta nuevos factores que pueden cambiar su rutina y crear nuevos hábitos de vida. Por ello, es fundamental que sepan controlarla de la mejor forma posible, ya que, a largo plazo, la presencia de glucosa alta en la sangre puede provocar alteraciones en la función de algunos órganos del cuerpo como los riñones, el corazón, los ojos, los nervios y los vasos sanguíneos.
Y es que, si nos dan la opción de tomar una píldora o inyectarnos con una aguja, la mayoría optaríamos por regular una enfermedad de salud crónica como la diabetes ingiriendo una pastilla.
La punta de la aguja está hecha de casi 100% de insulina liofilizada y comprimida, utilizando el mismo proceso utilizado para formar tabletas de medicamentos
Ahora, un equipo de investigación liderado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts ha desarrollado una cápsula farmacológica que podría usarse para administrar dosis orales de insulina, lo que podría reemplazar las inyecciones que las personas con diabetes tipo 2 deben administrarse cada día.
La cápsula, de tamaño similar al de un arándano, contiene una pequeña aguja hecha de insulina comprimida que se inyecta después de que la cápsula llega al estómago.
En pruebas en animales, los científicos demostraron que podían administrar suficiente insulina para reducir el azúcar en la sangre a niveles comparables a los producidos por las inyecciones suministradas a través de la piel. También demostraron que el dispositivo se puede adaptar para administrar otros fármacos proteicos.
La punta de la aguja está hecha de casi 100% de insulina liofilizada y comprimida, utilizando el mismo proceso utilizado para formar tabletas de medicamentos. El eje de la aguja, que no entra en la pared del estómago, está hecho de otro material biodegradable.