Un grupo de investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln (Estados Unidos) ha desarrollado un stent impreso en 3D que puede ayudar a los cirujanos a coser pequeñas arterias. Este pequeño tubo se sitúa entre los extremos abiertos de la arteria y ayuda a mantenerlos en su lugar durante la costura. El dispositivo se imprime en tres dimensiones utilizando un material a base de azúcar, lo que significa que se disuelve y desaparece minutos después de que la arteria se haya sellado.
En la actualidad, es un desafío para los cirujanos unir los extremos pequeñas arterias cercenadas. Sin embargo, el procedimiento es vital en una variedad de cirugías, desde trasplantes de órganos hasta cirugías reconstructivas. Una tarea que resulta complicada y que requiere tiempo y concentración y, si se realiza de forma incorrecta,se puede producir un bloqueo.
El dispositivo es completamente reabsorbible y se disuelve en unos minutos una vez que la arteria ha sido sellada
"Un profesional de la Cirugía Plástica nos contó los desafíos de este tipo de microcirugía: desde cuánto tiempo se consume hasta lo decisiva que resulta la habilidad", ha señalado Ali Tamayol, investigador del centro académico americano involucrado en el último estudio.
Este equipo de investigadores se propuso diseñar una herramienta simple para ayudar a los cirujanos a realizar este procedimiento vital. Su solución es un stent reabsorbible impreso en 3D que puede simplificar y agilizar enormemente el proceso. La idea es simple: el cirujano puede insertar el tubo pequeño en ambos extremos abiertos de la arteria, donde se adhiere a la superficie interior del vaso, lo que ayuda a mantener la arteria unida durante el proceso de costura. Sin embargo, el dispositivo es completamente reabsorbible y se disuelve en unos minutos una vez que la arteria ha sido sellada.
Para lograr estas propiedades específicas, los investigadores utilizaron un material a base de sacarosa, que no solo se disuelve en el torrente sanguíneo, sino que también ayuda a reducir la posibilidad de coágulos sanguíneos peligrosos. El equipo de investigación pudo formular la mezcla de azúcar para que pudiera imprimirse en 3D. Esto significa que pueden producir stents en una variedad de tamaños para pacientes individuales y para que los dispositivos se adapten a una gama de arterias diferentes.
Hasta ahora, han probado el stent en una plataforma de tubos en el banco de laboratorio, diseñado para imitar una arteria que se necesita suturar, y en arterias de cerdo. El cirujano solo necesitó cinco minutos para suturar las arterias cuando usaba el stent, en comparación con los 15 minutos que usaban las técnicas quirúrgicas convencionales, y las arterias suturadas no tenían fugas. En el futuro, los investigadores esperan que dichos stents puedan imprimirse de forma personalizada para pacientes individuales en hospitales de todo el mundo.