Las fracturas mandibulares son las más frecuentes en traumatología facial tras las roturas nasales, siendo motivo de numerosas consultas en los servicios de urgencias de los centros hospitalarios de nuestro país. Así lo asegura en un informe la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre), donde se explica que la causa principal de los traumatismos faciales son los accidentes de tráfico, seguido de los percances por prácticas deportivas y los accidentes laborales. Unos traumatismos que se tornan muy complejos a la hora de llevar a cabo una reconstrucción del rostro. Y es que el cráneo se fundamenta en una estructura con proyección tridimensional y no lineal, como puedan ser la de otras estructuras óseas como el fémur o el húmero.
La causa principal de los traumatismos faciales son los accidentes de tráfico, seguido de los percances por prácticas deportivas y los accidentes laborales
Hasta la fecha, el cirujano que se enfrenta a este tipo de roturas realiza una reconstrucción según unas bases anatómicas estándares para toda la población, pero no es una reparación facial personalizada. En ocasiones, como sucede en las fracturas faciales bilaterales, el médico puede guiarse por la anatomía del lado contralateral de la cara si este no está afectado. No obstante, todos los seres humanos presentan un cierto grado de asimetría facial, por lo que si tomamos como referencia el lado contralateral del rostro, la reconstrucción tampoco será la adecuada para devolver al paciente su semblante anterior.
Con el objetivo de mejorar la calidad asistencial de los afectados por este tipo de roturas, el Instituto Maxilofacial del Centro Médico Teknon, dependiente del grupo Quirónsalud, ha creado la primera base de datos de registros faciales 3D de España que pone al alcance de cualquier persona su propia "huella facial" para poder utilizarla en caso de necesitarlo. El director del Instituto Maxilofacial Teknon (IMFT) y de este innovador proyecto, el doctor Federico Hernández Alfaro, ha conversado con SaluDigital sobre una base de datos que permite "manejar información real y precisa sobre el estatus morfológico original del paciente".
FOMENTO DE LA TECNOLOGÍA 3D
El doctor del Centro Médico Teknon de Barcelona explica que la "huella" que se obtiene del rostro se compone de tres capas: esqueleto facial, dientes y máscara facial. "Para la obtención de información de estas tres capas del paciente empleamos un escáner de haz cónico de baja radiación que registra la información de los huesos del cráneo, un escáner intraoral que obtiene la topografía dental y finalmente una serie de fotografías faciales que se superponen a las capas anteriores a través de un software de alta tecnología", aclara el director del IMFT.
El propio Hernández Alfaro señala que gracias a este registro facial, "podemos tratar no solo a pacientes que han sufrido traumatismos faciales, sino que también a aquellos que presentan tumores del esqueleto facial, problemas de la articulación temporomandibular o incluso perdida de dientes y hueso en los maxilares". Un archivo que se entrega al paciente y este lo puede utilizar cuando y donde quiera, es decir, no es vinculante para realizar la cirugía en Teknon.
Esta base de datos se suma al resto de sofisticadas técnicas para optimizar el abordaje del traumatismo facial que ofrece el Instituto Maxilofacial Teknon. Uno de estos procedimientos es el uso de softwares de planificación quirúrgica 3D que evitan errores asociados a la organización en 2D, como son las asimetrías faciales o la toma de puntos de referencia de forma errónea. Esta planificación virtual permite, además, identificar el abordaje más apropiado antes de realizar la incisión.
Otra de las prácticas que realiza el centro barcelonés es la navegación intraoperatoria que asegura que los resultados durante la intervención son los mismos que aquellos que se han planificado previamente. Por su parte, la endoscopia permite que los abordajes invasivos sean mínimos, es decir, se minimizan las cicatrices y la recuperación postoperatoria. Así mismo, el uso de férulas y guías quirúrgicas fabricadas con impresoras 3D ayudan a posicionar los huesos y demás estructuras faciales de acuerdo con la planificación quirúrgica.
UN PROYECTO QUE NACE DE "UNA FORMA CASI FORTUITA"
"Tenemos una base de datos de más de 500 pacientes. Una parte importante de ellos, deportistas de élite"
El especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial explica que esta base de datos surgió hace seis meses "de una forma casi fortuita". "Un paciente que habíamos operado de un tratamiento de cirugía estética tuvo un grave accidente de tráfico en Tailandia. Los cirujanos del hospital local donde iban a tratarlo contactaron con nuestro instituto para conocer los detalles de las intervenciones previas a las que se había sometido. Por suerte, teníamos un registro facial del paciente que habíamos realizado tras acabar nuestro tratamiento. En apenas unos minutos, enviamos el archivo por Internet y esto les permitió entender cómo era la estructura facial de nuestro paciente antes del accidente para así poder realizar una reconstrucción perfecta del rostro", subraya el doctor Federico Hernández Alfaro.
El director de este proyecto tecnológico explica que el Instituto Maxilofacial del Centro Médico Teknon cuenta con una base de datos de más de 500 pacientes. De ellos, "una parte importante son deportistas de élite con mayor riesgo de trauma facial". En cuanto a la creación de estas bases de datos en el resto de centros del grupo Quirónsalud, el doctor Hernández Alfaro se muestra optimista y desea que así se produzca con el firme objetivo de mejorar la calidad asistencial de los afectados por este tipo de fracturas.