La futura administración de vacunas puede depender de artículos cotidianos como encendedores para barbacoa y microagujas, gracias al ingenio de de los investigadores.
Y es que, un equipo de Georgia Tech ha manipulado un dispositivo de electroporación sin batería para administrar vacunas de ADN, que está inspirado en los encendedores de barbacoa.
En concreto, la 'chispa' eléctrica que enciende el gas que fluye de un encendedor se ha reutilizado para proporcionar la energía detrás de la electroporación. El mecanismo de chispas piezoeléctrico sin batería de un encendedor está conectado a un parche de microagujas que actúa como una matriz de electrodos.
Cuando el dispositivo se presiona contra la piel, inicia la electroporación y la administración de vacunas de ADN dentro de las células en el área tratada.
La electroporación implica aplicar un pulso de electricidad a un tejido, lo que hace que se abran pequeños poros en las membranas celulares, lo que permite que el material genético pase a las células sin obstáculos. La técnica es eficaz como un medio para entregar material genético, pero el equipo de electroporación suele ser caro y voluminoso, lo que significa que no es adecuado para el uso rutinario fuera del laboratorio.
La electroporación puede ser una forma de administrar las vacunas a nuestras células sin la necesidad de nanopartículas de lípidos
Muchas de las nuevas vacunas Covid-19 están compuestas de ADN. En la actualidad, esto significa que el ADN está encerrado en nanopartículas de lípidos para ayudarlo a ingresar a nuestras células. Sin embargo, tales partículas de lípidos aumentan la complejidad y el coste de estas vacunas y pueden significar que requieren almacenamiento en frío. Esto los hace menos accesibles para muchos países sin transporte en cadena de frío.
Por ello, la electroporación puede ser una forma de administrar las vacunas a nuestras células sin la necesidad de nanopartículas de lípidos y este grupo de investigadores de Georgia Tech ha desarrollado una forma económica de lograrlo combinando la tecnología de microagujas con el mecanismo de chispa piezoeléctrico de un encendedor de barbacoa.
Hasta ahora, los investigadores han probado el dispositivo con ratones y parece prometedor en términos de administración de vacunas. “Usando este método con la misma cantidad de vacuna, el ePatch indujo una respuesta inmune casi diez veces mejor que la inmunización intramuscular o la inyección intradérmica sin electroporación. Tampoco mostró efectos duraderos en la piel de los ratones. Lo que esto significa es que es más fácil lograr la protección”, han explicado los investigadores.