La insuficiencia cardíaca es una condición médica grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. Para aquellos pacientes que sufren de estas insuficiencias avanzadas y no pueden recibir un trasplante de corazón debido a la escasez de donantes, los “corazones artificiales” ofrecen una esperanza de vida renovada.
Más conocidos como dispositivos de asistencia ventricular de larga duración, son dispositivos que se incorporan al corazón y que ayudan al órgano a continuar con su funcionamiento normal. “Son trozos de máquina; son motores que se suturan al corazón que está enfermo, y que le ayudan, pero no quitamos el corazón, sino que continúa dentro, ayudado por este motor”, afirma la cardióloga Sonia Mirabet.
Son motores que se suturan al corazón que está enfermo, y que ayudan a este a continuar con su funcionamiento normal
La escasez de donantes de corazón es un desafío significativo en el campo de los trasplantes. No obstante, España es uno de los países privilegiados en este sentido porque tenemos una tasa de donación muy elevada, lo que permite que “una gran parte de los pacientes que entran en lista de espera se acaban trasplantando durante el año en que el paciente entra en lista de espera”, explica esta especialista dedicada a la insuficiencia cardiaca avanzada y al trasplante. Por el contrario, en otros países no sucede lo mismo: "Lo que ocurre en nuestro país es muy diferente de lo que ocurre por ejemplo en Alemania, donde hay una falta de donación importante y donde los pacientes pueden estar dos y tres años o más en lista de espera”.
Pese a que un corazón completamente artificial no está a nuestro alcance, los dispositivos de asistencia ventricular de larga duración siguen siendo una alternativa de gran utilidad para diferentes casos. Aumentan así la calidad de vida de las personas que lo utilizan.
“En un grupo de pacientes, estas máquinas les permiten llegar en buenas condiciones al trasplante cardíaco. Porque son máquinas que permiten buena irrigación de todos los órganos y permiten que el paciente tenga una mejor recuperación física”, añade la cardióloga Sonia Mirabet.
“Una finalidad de la máquina es que el paciente ya viva el resto de su vida con ella”, apunta la Dra. Mirabet. Esto sucede en los casos en los que el trasplante no es viable porque hay pruebas médicas que muestran que sería un procedimiento inútil para alargar la vida del paciente. En estos casos, esta máquina es la solución más viable. “Sin duda, en aquellos pacientes que no van a ser candidatos a trasplante cardíaco, la pobre calidad de vida que condiciona la insuficiencia cardiaca va a mejorar si pueden optar a este tipo de máquinas”, declara la doctora.
“En aquellos pacientes que no van a ser candidatos a trasplante cardíaco, la pobre calidad de vida que condiciona la insuficiencia cardiaca va a mejorar si pueden optar este tipo de máquinas"
En últimos años estos dispositivos han mejorado, logrando reducir su tamaño y aumentar la durabilidad, lo que posibilita una mayor movilidad y una menor tasa de complicaciones. “Se han ido perfeccionando mucho las máquinas y esto lo que nos ha permitido es que los pacientes tengan un mejor pronóstico. En estos momentos los últimos datos que tenemos del registro internacional de trasplantes, que es donde se incluyen todos los datos de la actividad de trasplantes de asistencia ventricular a nivel mundial, muestran que estos dispositivos han mejorado mucho y actualmente la supervivencia al año es del 83% y la supervivencia a los cinco años es del 52%”, afirma la cardióloga Mirabet.
No obstante, aún queda mucho por hacer, ya que hay que trabajar en las limitaciones. “Las máquinas necesitan un estudio y una valoración muy exhaustiva ya que no debe existir ninguna otra enfermedad que afecte a la vida del paciente en poco tiempo. También es importante que el paciente sepa manipular la máquina, cambiar las baterías que van externamente, ya que tendrá que ir recambiando”.
Es un proceso complejo en el que el paciente necesita disponer siempre de una toma de luz debido a que estas baterías pueden durar aproximadamente unas 14 horas sin estar conectadas a la luz. Por ello, siempre tiene que tener baterías de recambio preparadas.
Necesita disponer siempre de una toma de luz debido a que estas baterías pueden durar unas 14 horas sin estar conectadas a la luz
A medida que la tecnología continúa avanzando, el futuro de los corazones artificiales es prometedor. Se espera que los dispositivos se vuelvan aún más pequeños, más duraderos y más eficientes en el bombeo sanguíneo. Sin embargo conseguir un corazón biónico completamente tecnológico es todavía un sueño. “Hay una experiencia con un corazón artificial total, pero es una experiencia muy limitada”, subraya la especialista. “El ensayo clínico incluyó pocos pacientes y se tuvo que paralizar precozmente porque no daban buenos resultados”, añade.
Con todo ello, la doctora Sonia Mirabet Pérez destaca que el trasplante cardíaco permite una buena calidad de vida y una supervivencia media superior a la de estos dispositivos. La necesidad de reingresar y la necesidad de tener una complicación es mucho menor en los pacientes trasplantados que en los pacientes que llevan estas máquinas, por lo que de momento el trasplante cardíaco continúa siendo la mejor opción de tratamiento para estos pacientes. “Por el momento yo creo que no podemos pensar que el trasplante cardíaco vaya a ser sustituido por estas tecnologías o otros procedimientos”, concluye la doctora.