La llegada de fondos europeos, motivada por el Plan de Recuperación impulsado a nivel nacional y europeo tras la crisis sanitaria, social y económica derivada de la pandemia de Covid-19, propiciará un avance significativo en la digitalización del Sistema Nacional de Salud (SNS). No obstante, y antes de que se dé este impulso, lo cierto es que ya existen casos de éxito en los que la colaboración entre administraciones sanitarias han propiciado relevantes avances en esta materia.
Uno de los proyectos más recientes que ejemplifican esta cooperación sanitaria es la interoperabilidad de la receta electrónica del Sistema Nacional de Salud. Esta iniciativa, por la que una persona puede dispensar su medicación en cualquier farmacia de otra comunidad autónoma con la sola presentación de su tarjeta sanitaria individual, culminó su activación en todo el país en marzo de 2019.
El uso de la receta electrónica interoperable, proyecto iniciado en 2015 y completado en 2019, ha registrado cifras récord en 2021, con 1,8 millones de usuarios y 14 millones de envases dispensados
Lo que empezó como un proyecto piloto en las regiones de Canarias y Extremadura en 2015, se ha convertido en un sistema consolidado que en 2021 ha logrado un uso récord, con 1,8 millones de usuarios, casi un millón de actos de dispensación y casi 14 millones de envases dispensados. En la actualidad, el sistema sigue dando pasos para incorporar a la interoperabilidad a las mutualidades con provisión pública (Muface, Isfas y Mugeju).
INTELIGENCIA ARTIFICIAL E HISTORIA CLÍNICA
Al margen de este caso desarrollado a nivel nacional, impulsado por el Ministerio de Sanidad, las propias comunidades dan ejemplo cada día con procesos de colaboración en sistemas de digitalización en sanidad. Uno de los últimos en darse a conocer fue el convenio de colaboración firmado entre Canarias y la ComunidadValenciana en torno a un proyecto de inteligencia artificial aplicado a la salud.
Bajo el nombre ‘Medicina Personalizada Big Data’ (MedP Bigdata), el proyecto, dotado con 5,8 millones de euros de presupuesto con parte de financiación de los fondos FEDER, consiste en el desarrollo de una aplicación informática que permitirá intercambiar información sobre hábitos nutricionales saludables, de los pacientes, actividad física o situaciones de soledad no deseada.
Canarias y la Comunidad Valenciana cooperan para desarrollar una app que intercambie información sobre hábitos saludables; Castilla-La Mancha y Madrid buscan compartir historiales médicos
Con esa información, y gracias a la aplicación de la Inteligencia Artificial, el propósito es avanzar en medicina personalizada, en lo que respecta al diagnóstico, los tratamientos o la investigación. En una primera fase, participarán 7.200 personas de ambas comunidades durante cinco meses. En la segunda, se centrarán en patologías de mayor prevalencia, esta vez durante 10 meses.
Otro acuerdo bilateral digno de mención es el anunciado entre Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid para compartir los historiales médicos de los ciudadanos de ambas regiones. La comunidad manchega ya hizo lo propio con Canarias, con la que creó la historia clínica electrónica estándar, una herramienta interoperable y multirregional que trata de compartir información sanitaria.
CONSORCIO DE BIOTECNOLOGÍA PARA SALUD
También el Ministerio de Ciencia e Innovación está impulsando el desarrollo de planes complementarios. En esta ocasión, en proyectos de investigación relacionados con la biotecnología aplicada a la salud. En este plan participarán cinco comunidades autónomas: País Vasco, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cataluña y Galicia. El Gobierno aportará 16 millones de euros y las regiones aportarán el resto, hasta 32 millones.
A nivel europeo se prepara el traspaso de información de recetas electrónicas, datos de pacientes y la conexión digital entre Estados miembros
Estos proyectos, previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, versan sobre asuntos como el desarrollo e impulso de la medicina personalizada, el impulso del cribado de nuevos fármacos y de los sistemas de su liberación selectiva y controlada, transformación digital o nuevas técnicas diagnósticas y terapéuticas.
COOPERACIÓN TRANSFRONTERIZA, PRÓXIMO PASO
Al igual que la interoperabilidad alcanzada a nivel nacional, mencionada al inicio de esta información, también se quiere hacer una réplica en el ámbito europeo. A través de la infraestructura de servicios digitales de sanidad electrónica (eHDSI), la Comisión Europea busca consolidar la digitalización de los sistemas sanitarios de los Estados miembros y avanzar hacia una asistencia transfronteriza eficaz.
El primer pilar de este intercambio de datos abordará el traspaso de información de recetas electrónicas y de datos de pacientes, proceso que se espera que dure entre 2019 y 2025. Por su parte, la segunda actuación consistirá en la conexión y compartición de datos sanitarios para reforzar la investigación médica y avanzar en prevención, diagnósticos y tratamientos. Finalmente, el tercer eje se centrará en la capacitación de los ciudadanos para gestionar su propia salud.
A día de hoy, ya se están produciendo intercambios de información en distinto grado en países como la República Checa, Luxemburgo, Croacia, Portugal, Francia, Malta, Países Bajos, Finlandia, Estonia y España. En nuestro propio país, hay cinco comunidades autónomas en fase de pruebas para intercambiar prescripciones electrónicas con otro país de la UE. Según la última actualización del Ministerio de Sanidad, estas eran Madrid, Cataluña, País Vasco, Extremadura y Canarias.