La pandemia provocada por el Covid-19 ha generado un cambio en la mentalidad de las personas. Durante dos años las mascarillas faciales, daba igual si era quirúrgica, FFP2 o FFP3, y los geles hidroalcohólicos se han convertido en los grandes compañeros de viaje allá donde se fuera. Gracias a ello, desde que comenzará la pandemia las empresas no han hecho más que modernizarse y adaptarse a la nueva situación sanitaria.
Durante años, las empresas automotrices han desarrollado sensores inteligentes para brindar monitoreo en tiempo real de la salud de un vehículo, incluida la presión del aceite del motor, la presión de los neumáticos y la mezcla de aire y combustible. Juntos, estos sensores pueden proporcionar un sistema de alerta temprana para que un conductor identifique un problema potencial antes de que sea necesario repararlo.
Ahora, en una línea biológica similar, los investigadores han demostrado diferentes formas de mejorar los dispositivos y materiales bioelectrónicos portátiles para brindar una mejor vigilancia en tiempo real de la salud de una persona, incluidos los signos vitales.
Además de controlar el estado fisiológico de alguien, la máscara también puede ayudar a identificar el uso adecuado de la mascarilla
El inicio de la pandemia de COVID-19 ha puesto la idea del uso de mascarillas en el primer plano de la mente de muchas personas. En respuesta a esta necesidad por parte de la población, un enfoque de los investigadores de la Universidad de Misuri (Columbia, MO, EUA) ha sido, desarrollar bioelectrónica blanda transpirable. Al equipo se le ocurrió la idea de integrar la bioelectrónica en una máscara facial transpirable, que puede controlar el estado fisiológico de una persona en función de la naturaleza de la tos de la persona.
Además de monitorear el estado fisiológico de alguien, la máscara también puede ayudar a identificar el uso adecuado de la máscara en lugares públicos mediante un sensor bioelectrónico. Actualmente, la máscara no tiene la capacidad de proporcionar recordatorios automáticos, pero los investigadores pretenden desarrollar también esa función en el futuro.
“Diferentes problemas respiratorios conducen a diferentes frecuencias y grados de tos”, dijo Zheng Yan, profesor asistente en la Facultad de Ingeniería MU de la Universidad de Missouri. “Tomando como ejemplo la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la frecuencia de tos temprano en la mañana es mayor que durante el día y la noche. Nuestra máscara facial inteligente puede monitorear de manera efectiva las frecuencias de la tos, lo que puede ayudar a los médicos a conocer el desarrollo de la enfermedad y proporcionar intervenciones oportunas y personalizadas”.