Más de un centenar de médicos ha muerto en España desde que estalló la pandemia. Miles de profesionales de la salud se han contagiado de COVID-19 una o varias veces, lo que genera un constante flujo de bajas que no siempre pueden asumir unas plantillas sometidas a gran estrés por la situación sanitaria y las carencias crónicas que sufre el sistema de salud. Esto provoca un cuello de botella que no hace más que incrementarse. La dificultad se presenta, sobre todo, a la hora de dar cobertura cuando se fusionan permisos, bajas y un incremento de los pacientes, lo que provoca nuevos colapsos y tensiona todavía más la situación.
Para 2030, la Organización Mundial de la Saludprevé una carencia de 10,1 millones de profesionales sanitarios cualificados. Esta escasez de personal se pone de manifiesto como uno de los mayores obstáculos para la eficacia de los sistemas de salud. De hecho, las comunidades autónomas se han visto en la tesitura de tener que contratar a facultativos extracomunitarios sin MIR, amparándose en el Real Decreto-ley 30/2021, que permite contratar a médicos con el título de especialista obtenido en Estados no miembros de la Unión Europea, sin que estos estén expresamente homologados. Una medida de carácter transitorio y excepcional que decae el próximo 31 de diciembre.
Para 2030, la Organización Mundial de la Salud prevé una carencia de 10,1 millones de profesionales sanitarios cualificados
Durante este mes de noviembre ya hemos visto las primeras consecuencias del tensionado sistema sanitario. La escasez de profesionales asistenciales ha desatado la primera crisis en la Comunidad de Madrid, pero lo cierto es que son muchas las comunidades autónomas que se encuentran en una situación límite. Así lo reconocía el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero: "La escasez de médicos es un problema de Estado y hay que tratarlo como tal".
De hecho, la escasez de personal sanitario no solo está asolando a la sanidad pública, sino que el sector privado es el que más se está viendo amedrentado por este hecho. Según informa una de las patronales del sector, ASPE, el 95% de los hospitales tiene una necesidad media-alta de enfermeros y el 58% de médicos. Los profesionales de la medicina alertan, cada vez más, de la escasez de personal en la sanidad privada.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL DE LA SANIDAD
Desde Futurs, la división tecnológica del grupo sanitario Ribera, destacan la necesidad de apostar por herramientas digitales en varios ámbitos como palanca para comenzar a revertir esta situación. “Aunque la tecnología no puede sustituir al personal asistencial, es una herramienta vital para descongestionar los hospitales, clínicas y centros de salud”, explica Javier Pintor, Product Owner en Futurs.
El primer paso que recomiendan los expertos de Futurs es llevar a cabo una transformación digital para automatizar procesos que implican una gran cantidad de tiempo de trabajo para los profesionales sanitarios. “Hay mucha burocracia y papeleo que puede ser automatizada fácilmente sin poner en riesgo la asistencia sanitaria, y eso nos permite desbloquear tiempo para que médicos y enfermeras se centren en el cuidado del paciente”, destaca Pintor.
Por ejemplo, el portal de salud desarrollado por Futurs permite a los ciudadanos gestionar de forma eficiente las necesidades de salud en aquellos centros sanitarios en los que se ha implementado. A través de Cynara Citizen, los pacientes pueden acceder a toda la información relacionada con su salud, descargarse los resultados de pruebas médicas, gestionar sus citas, consultar su historia clínica, hacer seguimiento de sus procesos crónicos y realizar consultas online con los profesionales sanitarios. Todo ello, sin desplazarse al centro médico.
“Aunque la tecnología no puede sustituir al personal asistencial, es una herramienta vital para descongestionar los hospitales, clínicas y centros de salud”
Implantar e instaurar un proceso de transformación digital también es vital para poder recopilar todos los datos de forma automática y ponerlos al alcance de las personas que los necesitan, con el objetivo de poder tomar decisiones más informadas y basadas en los datos. “Al estar toda la información digitalizada es posible mejorar los procesos y la calidad asistencial que recibe el paciente. Permite, entre otras cosas, facilitar la coordinación entre diferentes niveles de atención como primaria o especializada y ayudar a extraer patrones sobre el estado de salud del paciente y su evolución con diferentes tratamientos”, explica Francisco Aznar, Development Manager en Futurs.
En este sentido, la suite de servicios Cynara, desarrollada por Futurs, permite crear esa historia clínica electrónica de cada paciente para analizar y gestionar los datos recopilados, lo que permite que el personal sanitario pueda centrarse en las tareas de mayor valor para la calidad asistencial del paciente. Por ejemplo, Cynara Care, en su historia clínica electrónica dispone de una capa cognitiva con Inteligencia Artificial, permitiendo una supervisión mucho más ágil de los datos, con un notable ahorro de tiempo para los propios médicos y enfermeras.
Muchos pacientes con patologías crónicas que requieren un seguimiento médico constante pueden beneficiarse de la telemedicina, algo que, lejos de restar atención directa, permite que haya una monitorización que no se puede ofrecer en un entorno marcado por la escasez de personal y tiempo para consultas presenciales. “La telemonitorización de pacientes nos permite controlar su salud, aunque estén en su propio entorno. Toda esa información se vuelca en nuestra historia clínica y, si se detecta alguna anomalía, avisa al médico para que entre en acción. Pero si los resultados son los esperados, el profesional sanitario puede dedicar ese tiempo a otros pacientes que sí requieren asistencia en ese momento”, analiza Aznar.
Con estas soluciones, y otras que también ha desarrollado Futurs, se intenta mitigar el impacto de la congestión en el sistema sanitario y redirigir sus recursos hacia áreas en las que sean más necesarios en cada momento. “La escasez de personal no se soluciona con una plataforma digital, pero la tecnología puede ayudar a que los recursos disponibles estén optimizados y ganen eficiencia. No son impactos que sucedan de la noche a la mañana, pero apostar por estas soluciones y mantener una estrategia de digitalización de largo plazo contribuirá sensiblemente en la gestión eficiente de la carga de trabajo de los profesionales y, en última estancia, en una mejor atención sanitaria en tiempo y forma”, subraya Pablo González, Managing director de Futurs.
Además, estas soluciones suelen ser modulares, de manera que se adaptan a las necesidades de cada centro hospitalario y pueden ser modificadas sobre la marcha. De esta manera, en momentos de mayor carencia de personal se puede hacer un refuerzo con plataformas como las propuestas. Todo ello, con el fin de garantizar la mejor asistencia sanitaria sin sobrecargar a profesionales que llevan dos años y medio dedicándose en cuerpo y alma a salvar vidas de un virus que convive con las patologías habituales, cuyos afectados siguen necesitando profesionales centrados en ellas para atender a los pacientes que las sufren.