Según los datos obtenidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los antibióticos están siendo cada vez menos efectivos en los seres humanos, porque se ha generado una especie de resistencia a este tipo de fármacos.
Para paliar esta situación desde hace años, la comunidad científica estaba centrada en crear una mucosa sintética, debido a que los mocos actúan como una barrera que protege e hidrata los tejidos delicados, atrapa microbios y otro tipo de bacterias que causan infecciones y ayuda al cuerpo a expulsarlos.
Tal y como explican en la revista Science, el cuerpo humano produce entre 1,5 y 2 litros de moco todos los días solo en el tracto respiratorio. Este recubre las vías respiratorias, pulmones y tracto gastrointestinal. Es decir, prácticamente eres una especie de masa viscosa.
Ahora, una nueva investigación dirigida por Austin Kruger del MIT ha sintetizado mucinas, los componentes proteicos del moco. Esta nueva investigación se debe a que en estudios anteriores se vio como las mucinas por su forma de espiral erizada de la que salen unas hebras de polímeros de carbohidratos que se llaman glicanos, impedían a las bacterias comunicarse entre sí, adherirse a superficies o secretar toxinas.
Las mucinas sintéticas del equipo, construidas alrededor de una columna de polímero, no solo son iguales en su forma, sino que pueden copiar algunas de sus funciones.
Lo que hizo el equipo de investigadores fue copiar la estructuras de estos polímeros. Las mucinas sintéticas del equipo, construidas alrededor de una columna de polímero, no solo son iguales en su forma, sino que pueden copiar algunas de sus funciones.
El equipo comenzó con moléculas de anillo de carbono y utilizó un proceso que las abrió en línea recta. De las moléculas resultantes, cada una contenía un doble enlace carbono-carbono, y esto podía dar lugar a dos formas distintas, la forma trans y la forma cis.
Después de múltiples pruebas, los polímeros cis fueron los que dieron buenos resultados. De hecho, no solo capturaron las toxinas de manera eficaz, sino que funcionaron incluso mejor que las mucinas reales.
Además, el equipo descubrió que los polímeros cis son solubles en agua, más que la mucina natural, lo que significa que tienen potencial para su inclusión en cremas y geles tópicos, y tal vez incluso en gotas para los ojos.